sábado, 1 de octubre de 2022

Muérdago


Los amantes de los cómics lo habrán visto muchas veces: Panorámix -el druida amigo de Astérix- corta muérdago con su hoz de oro para preparar la poción mágica y ayudar al ingenioso galo en sus aventuras. No sólo él, los druidas conocían las propiedades curativas del muérdago (Viscum album) como remedio universal. Lo tomaban las mujeres para quedar embarazadas y hasta imaginaban que volvía invisibles a algunos de sus degustadores; incluso los amantes debían besarse bajo la planta en Navidad para no separarse nunca. En resumen, el muérdago era la planta mágica que les protegía de los rayos, de la maldad y de las enfermedades. La realidad, sin embargo, resulta menos poética y más mundana, porque el muérdago -planta semiparásita que crece sobre las ramas de algunos árboles, donde desarrolla raíces capaces de absorber la savia del árbol que lo cobija- produce frutos tóxicos cuya ingestión provoca alucinaciones, coma y muerte; por ello su venta al público está prohibida en España. 
En Alemania -también en España- algunos pacientes usan los extractos de muérdago como terapia complementaria contra el cáncer. ¿Tiene fundamento científica tal práctica?
Los extractos de muérdago son complejas mezclas de muchas sustancias; entre ellas señalamos dos clases de proteínas, las lectinas y las viscotoxinas. La acción de las lectinas del muérdago se ha estudiado intensamente; concretamente, la viscumina (similar a la muy venenosa ricina, del ricino) es una proteína citotóxica con potentes efectos antitumorales: porque inactiva los ribosomas, con ello inhibe la biosíntesis de proteínas e inicia la apoptosis (entiéndase la autodestrucción) celular. La viscumina también estimula la respuesta del sistema inmune: aumenta el número y la actividad, entre otras, de las células asesinas naturales (linfocitos NK) y de algunos linfocitos T; y activa la formación de citocinas. A ambos efectos se debe su utilidad en el tratamiento de los cánceres y de las inmunodeficiencias. La acción de las proteínas viscotoxinas (semejantes a las cardiotoxinas de la cobra) está menos estudiada; sí se sabe que operan sobre el sistema inmune y tienen también un efecto citotóxico, aunque diferente al de las lectinas, pues inducen la muerte celular por citolisis (destrucción). 
Si bien en numerosos ensayos clínicos los investigadores han comprobado que los extractos de muérdago son eficaces en la terapia contra el cáncer, también han señalado defectos en el diseño de los estudios efectuados. 
Espero haber proporcionado suficientes argumentos para que el sabio lector pueda juzgar.

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