Usados
como conservantes debido a su capacidad bactericida y fungicida, los
parabenos son compuestos químicos, concretamente, ésteres de
metilo, etilo, propilo o butilo del ácido para-hidroxibenzoico
(PHB). Su eficacia y bajo costo, explican por qué se encuentran tan
a menudo en las industrias cosmética: en los champús, cremas
hidratantes, geles para el afeitado, lubricantes sexuales,
bronceadores y dentífricos; también los emplea la industria
farmacéutica en los medicamentos tópicos; y la industria
alimentaria como conservantes en derivados cárnicos, conservas
vegetales, repostería, salsas de mesa, pasteles, refrescos, jugos,
ensaladas, jaleas y cerveza. El escritor creía que su seguridad se
había demostrado sin ningún asomo de duda… creía.
Fijémonos
en los argumentos. Algunos parabenos se encuentran en plantas, el
metilparabeno, concretamente, se halla en los arándanos: buena
señal. Si bien los estudios hechos con animales han demostrado que
los parabenos tienen una débil acción estrogénica, su mínima
toxicidad y largo historial de uso seguro nos proporcionan garantías.
Además, sabemos que en el intestino y el hígado descomponen con
relativa facilidad los parabenos ingeridos por vía oral. Así
estábamos, tan tranquilos. Ahora bien, nadie se había preguntado
qué sucedía con los parabenos que penetraban en el organismo por
distintas vías, por la piel, por ejemplo; hasta que unos científicos
ingleses hallaron parabenos en tumores mamarios, concretamente, altas
concentraciones de parabenos en dieciocho de veinte muestras
analizadas. ¿Acaso los parabenos procedentes de otros lugares
migraron al tejido mamario, contribuyendo al desarrollo de los
tumores? Philippa Darbre así lo afirma; la investigadora manifiesta
que los parabenos hallados en los tumores de mama proceden de su
aplicación sobre la piel de las axilas, debido al uso de
desodorantes, cremas o espráis.
¿Qué
conclusiones se pueden extraer de las evidencias actuales? Al
escritor, perplejo, le costó hacer un juicio. Basándose en los
estudios actuales, afirmo que no se ha demostrado que los parabenos
causen cáncer; con igual contundencia sostengo que no se puede
garantizar que sea segura la exposición a largo plazo de parabenos,
pues se desconocen sus efectos sobre la salud. Si bien no es posible
afirmar que los parabenos causen los tumores, sí se puede argüir
que están relacionados con el aumento de los cánceres de mama.
Considerando que esta enfermedad mata a muchas mujeres y que un alto
porcentaje de ellas utiliza desodorantes en las axilas, los
científicos deberían hacer más investigaciones sobre la
toxicología de los parabenos. Mientras tanto, debería
recomendarse... ¡precaución!