sábado, 2 de abril de 2016

Arrecifes de ostras


Después de pontificar extensamente sobre si las ostras son más sabrosas crudas (aliñadas con limón) o condimentadas, el erudito comensal relató que cien mil kilos  de ostras se habían vendidos en Galicia en 2012, dos millones de moluscos estimé mentalmente yo. No hubo que añadir más para que me picase la curiosidad y con ella surgiese la sorpresa, porque, al informarme de la vida de estos animales, descubrí que no sólo los corales forman arrecifes, sino también las ostras.

Los arrecifes de ostras, básicamente montañas de moluscos bivalvos cementados, en el pasado dominaban muchos de los estuarios de aguas templadas del mundo. Desempeñaban una importante función: abastecían de alimento y constituían el hábitat para peces, cangrejos y aves, además protegían las costas actuando como amortiguadores frente a las olas, las tormentas o los aumentos del nivel del mar. Por si fuera poco, filtran las aguas: las ostras succionan el agua para tomar su alimento y cada una llega a filtrar hasta ciento veinte litros diarios.

Un equipo de investigadores dirigido por Philine zu Ermgassen de la Universidad inglesa de Cambridge ha determinado recientemente la biomasa de los arrecifes de ostras en varios estuarios estadounidenses. “El empleo de registros detallados obtenidos hace cien años nos ha permitido calcular con precisión los cambios que se han producido. Es cierto que se ha perdido una extensión enorme. También hemos llegado a la conclusión de que el hábitat resultante está agotado”.  Sostiene sus argumentos con datos: la biomasa total se ha reducido en un ochenta y ocho por ciento durante el último siglo y las zonas con arrecifes de ostras han disminuido en un sesenta y cuatro por ciento. Añade: “En Europa la ostra no es tan común, pero las poblaciones de este humilde bivalvo fueron tan extensas, tanto aquí como en los Estados Unidos, que generaron enormes estructuras físicas, los arrecifes de ostras.” El desastre no atañe sólo a Norteamérica, los arrecifes de ostras en Europa y Australia han desaparecido casi en su totalidad, en China han sufrido drásticos descensos durante los últimos treinta años, la mitad de las poblaciones en Sudamérica se encuentran amenazadas. La extracción intensiva y degradación de la costa debido al desenfrenado desarrollo urbanístico han provocado la desaparición de la mayor parte de los arrecifes de ostras, convirtiendo al ecosistema en uno de los hábitats marinos más gravemente afectados del mundo. El afligido lector probablemente se preguntará si protegiéndolos podrían recuperarse. Sí.

3 comentarios:

C. Armesto dijo...

Estimado amigo

Las ostras son animales filtradores; y sí, algunas especies producen perlas.

No creo que un blog de ciencia sea el mejor lugar para indagar sobre el precio del marisco; aun así, te diré que puedes tomar una docena de ostras al natural por siete euros. Personalmente, las prefiero en escabeche (más baratas) o en empanada; pero ya sabes que, en gastronomía, para gustos se pintan colores.

Saludos cordiales
Epi

C. Armesto dijo...

Estimado amigo

Transcribo los resultados de unos “Estudios (del Ministerio de agricultura, pesca y alimentación del Gobierno de España) sobre niveles y efectos del Tributilo de Estaño (TBT) en una zona de cultivo de moluscos de la costa gallega”: “La deformación de la concha de la ostra rizada es rotundamente achacable a la contaminación por medio de TBT”. “La valoración que se realiza del presente estudio es muy positiva pues se alcanzan el objetivo principal llegar a saber si el TBT es o no es el causante del fracaso del cultivo de la ostra rizada en Galicia. Desgraciadamente se confirma que el TBT produce efectos negativos en las ostras rizadas”. “Todas las rías gallegas están apreciablemente afectadas por el TBT y sus productos de degradación”.

Poco más puedo añadir que lamentarlo.

Saludos

C. Armesto dijo...

Estimado amigo

Sí existen arrecifes en los que también están los mejillones. En Australia, concretamente, los arrecifes de moluscos, formados por ostras y mejillones cerca de las desembocaduras de estuarios, han disminuido en hasta un noventa por ciento en los dos últimos siglos.

Saludos