sábado, 9 de abril de 2016

Humedades extremas


Con una media anual de doce mil ochocientos noventa y dos milímetros de precipitaciones cada metro cuadrado de superficie, quizá Puerto López, una aldea en Colombia, sea el lugar más lluvioso del planeta. Le sigue en la escala, con once mil setecientos setenta y siete, la localidad de Cherrapunji en la India. Aunque le arrebataron el título de lugar más húmedo, en el monte Waialeale (Hawai) llueve trescientos sesenta días al año, de media, ¡que ya es llover! ¿De dónde viene el agua? La humedad del aire se debe al vapor de agua que contiene la atmósfera procedente de la evaporación de los océanos, ríos, lagos y seres vivos. El aire caliente y húmedo se eleva porque es menos denso que el aire seco. Al llegar a zonas frías el vapor de agua se condensa, -porque el aire frío admite menos vapor de agua que el aire caliente-, y forma las nubes (de gotas de agua o cristales de hielo); cuando las gotas o cristales pesan demasiado caen y originan las precipitaciones de lluvia o nieve.

Empapado de agua, quizá el lector aventurero quiera trasladarse, al menos con la imaginación, al lugar más seco del planeta: no debe viajar a África, ni a América o Asia, sino a la Antártida. El continente austral es un desierto de nieve en el que apenas caen ciento sesenta y seis milímetros de lluvia cada metro cuadrado de su superficie, de media anual; pero incluso allí existen regiones de sequedad extrema, en los Valles Secos de McMurdo –cuatro mil ochocientos kilómetros cuadrados de grava, carentes de hielo- los científicos estiman que hace dos millones de años que no llueve. ¿La causa? Vientos que alcanzan los trescientos veinte kilómetros evaporan todo tipo de humedad. Los geólogos consideran desierto cualquier región del que reciba menos de doscientas cincuenta y cuatro milímetros de precipitaciones anuales cada metro cuadrado de superficie; si excluimos la Antártida, el desierto de Atacama, en el norte de Chile, es la región más árida del planeta; la lluvia puede tardar dieciséis años en caer  y en algunas regiones se han registrado periodos de cuatrocientos años sin precipitaciones. Se trata de una región extremadamente inhóspita: por la noche el termómetro puede llegar a los veinticinco grados centígrados bajo cero, mientras que durante el día marca entre veinticinco y cincuenta; con una humedad relativa media de apenas dieciocho por ciento, existen lugares, como Arica, que anota medio milímetro de lluvias como promedio anual. ¡Me sobrecoge que haya personas que vivan ahí!

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