sábado, 29 de septiembre de 2012

Fluidos supercríticos

La tecnología de fluidos supercríticos -no los confunda el lector despistado con los superfluidos- se ha desarrollado en las últimas décadas. Los métodos de extracción convencionales emplean costosos disolventes orgánicos -nocivos, tanto para la salud humana como para el medio ambiente- y altas temperaturas, que degradan los productos y aumentan la cantidad de impurezas. Afortunadamente ya pueden hacerse los mismos procesos empleando fluidos supercríticos (el dióxido de carbono es el más usado) como disolventes. Se trata de una tecnología inocua para la salud, más respetuosa con el ambiente y que garantiza una mejor calidad del producto; presenta indudables ventajas frente a los técnicas convencionales: selectividad, ausencia de emisiones y residuos peligrosos, temperaturas suaves, completo reciclado del disolvente, ahorro energético y reducción de costes. Con tales propiedades a nadie extrañará que cada vez se utilicen más como disolventes en las reacciones para la obtención de sustancias valiosas, como vitaminas, aceites esenciales, aditivos y aromas. Menciono un par de casos: se emplea el dióxido de carbono supercrítico (por encima de treinta y un grados centígrados y setenta y dos veces la presión atmosférica habitual) para extraer la cafeína de los granos del café; mediante oxidación con agua supercrítica (por encima de trescientos setenta y cuatro grados centígrados y doscientas veintiuna veces la presión atmosférica habitual) se eliminan desechos tóxicos y peligrosos, tales como los residuos de las industrias químicas o farmacéuticas, los lodos de depuradoras, los plaguicidas o los explosivos.
¿Qué propiedades tienen los fluidos supercríticos que los vuelven tan valiosos? Son un híbrido entre un líquido y un gas, en otras palabras, se trata de gases con propiedades de líquidos, porque se difunden como un gas y disuelven como un líquido. Naturalmente hay más fluidos supercríticos que el dióxido de carbono y el agua; es más, cualquier la sustancia que supere cierta temperatura y presión (su punto crítico) se considera un fluido supercrítico. ¿Qué sucede en esa cota? Que no existe diferencia entre el gas y el líquido, por encima del punto crítico ni se produce licuefacción al presurizar, ni gasificación al calentar.
Abandonemos ahora la tecnología y alejémonos de nuestro planeta; a cuarenta años-luz de distancia, en 2004, los astrónomos descubrieron el exoplaneta 55 Cancri e. De tamaño poco más que el doble de la Tierra, la composición, temperatura y presión de la superficie de este extraño mundo son tan extraordinariamente diferentes a las terrestres, que los investigadores sospechan que allí existen… fluidos supercríticos.

2 comentarios:

C. Armesto dijo...

Estimado amigo

Desde el punto de vista técnico se considera que cualquier sustancia que se encuentre a una temperatura y presión superiores a la de su punto crítico es un superfluido. Y se llama punto crítico a la temperatura y presión en la que coexisten las tres fases, sólido, líquido y gas, de la sustancia.

¿Algún superfluido más? Propano, etanol, metanol, acetona.

Saludos cordiales

C. Armesto dijo...

Estimado amigo

Te comentaré algunos casos concretos en los que podría usarse el dióxido de carbono supercrítico: la obtención de extractos de plantas aromáticas, el desgrasado de alimentos o la extracción de colesterol de aceites y productos lácteos.

Saludos