sábado, 29 de enero de 2011

Robots en el campeonato mundial de fútbol

     Para muchos españoles, el año 2010 será el año en el que la selección de España ganó la copa del mundo de fútbol. Afortunadamente pudieron, pudimos disfrutarlo, porque si tardamos un poco más… ¡Ay si tardamos un poco más! Quizá los campeones ya no fuesen once armoniosos atletas, sino once lustrosas máquinas. Leyeron bien, máquinas. Tras la victoria de Deep Blue, el ordenador de IBM, contra Gary Kasparov, campeón mundial de ajedrez, los científicos se marcaron un nuevo desafío: la creación de robots capaces de ganar el campeonato mundial de fútbol.

     La robótica se ha propuesto como objetivo que, este siglo, un equipo de robots humanoides, totalmente autónomo, gane un partido de fútbol al equipo humano que haya conseguido el campeonato del mundo, jugando con el reglamento oficial de la FIFA. Como es lógico, los robots deberán ser capaces de caminar, correr, impulsar el balón con los dos pies, percibir la situación en la que se encuentran y tomar decisiones sobre las acciones inmediatas que deben seguir, así como la estrategia del juego. Sin olvidar que habrán de tener la robustez suficiente como para jugar el partido de fútbol contra once robustos atletas y, al mismo tiempo, respetar la seguridad de los contrarios.

     Se ha propuesto el fútbol, no porque sea el deporte más popular del mundo, sino porque el desarrollo de robots que jueguen al fútbol comporta una serie de innovaciones que tendrían gran importancia industrial. La variedad de técnicas abarca el repertorio completo de la investigación en robótica e integra áreas como la capacidad de reacción, el aprendizaje, la planificación en tiempo real, la adquisición de estrategias, el reconocimiento de contextos, la visión, el control de propulsión y muchas otras más. Debido al amplio abanico de técnicas usadas y a las características del fútbol, cabe imaginar aplicaciones futuras valiosas: sistemas inteligentes de tráfico, robots de rescate, robots ofimáticos, robots domésticos, robots de ayuda a personas discapacitadas o robots capaces de efectuar tareas peligrosas.

     La técnica actual no está ni remotamente en condiciones de lograr un objetivo así; pero esperen y verán. Desde el primer vuelo al espacio hasta que un humano se posó en la Luna sólo transcurrieron sesenta años; cuarenta años separan la invención del primer ordenador digital del que derrotó a Kasparov. ¿Cuántos años faltan para que once robots humanoides ganen al mejor equipo del mundo de futbol?

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