sábado, 7 de noviembre de 2009

Benéficos tiburones


Si hiciéramos una encuesta sobre los animales acuáticos más odiados, probablemente los tiburones alcanzarían el primer puesto en la antipática lista. Apuntamos dos motivos para superar esta animadversión y convertir la enemistad en simpatía: quizá nos sorprenda saber que, entre los cientos de millones de personas que realizan actividades en el mar, los tiburones sólo son responsables de una treintena de muertes anuales de media en, aproximadamente, un centenar de ataques en todo el mundo; y solamente cuatro, de las más de trescientas especies, han matado a un ser humano. La segunda razón se refiere a que los escualos tal vez pronto se conviertan en salvadores de vidas. Quien haya estudiado la teoría de la evolución sabrá que tiburones y humanos estamos emparentados, después de todo -y aunque algunos prefieran negarlo- ambos descendemos de los mismos peces ancestrales; por lo tanto, al sagaz lector no le chocará que los sistemas inmunitarios de unos y otros tengan similitudes, aunque no sean iguales. En los tiburones, con más de cuatrocientos millones de años de existencia, se observa un sistema inmunitario más primitivo que el de los mamíferos; mas, en lo que atañe a su capacidad para protegerse de las distintas patologías, incluidas las infecciosas, es tan eficaz como los más modernos.
Los tiburones fabrican anticuerpos generales, y no específicos como nosotros, una característica que nos puede reportar ventajas porque -recordemos- la tarea de los anticuerpos consiste en protegernos de cualquier invasión de agentes químicos o biológicos extraños. Sorprendámonos: los biólogos han descubierto que los anticuerpos de los tiburones se adhieren a una molécula del parásito que causa la malaria, y que la unión bloquea la entrada del parásito en los glóbulos rojos humanos. ¡Maravilloso! Un nuevo enfoque terapéutico para una enfermedad que causa entre dos y tres millones de muertes anuales. Y hay más, los anticuerpos de los escualos pueden unirse a las moléculas específicas de algunas células cancerosas e inactivarlas, o pegarse a proteínas que producen la inflamación en la artritis reumatoide y neutralizarlas. ¡Los tiburones tienen moléculas en su sangre que, probablemente, servirán para curar enfermedades humanas! Ni más ni menos. Un último detalle nos ayudará a valorar estos descubrimientos; los anticuerpos del tiburón, pequeños, robustos y estables, resisten las condiciones ambientales que imperan en nuestro sistema digestivo, tanto la acidez extrema del estómago como el feroz ataque de las enzimas gastrointestinales. ¿Será posible, alguna vez, curar un cáncer con píldoras preparadas con ellos?

2 comentarios:

C. Armesto dijo...

Estimado amigo

El tiburón blanco, el tiburón tigre y el tiburón toro son los responsables de la mayoría de los ataques a los humanos.

C. Armesto dijo...

Estimado amigo

Los peces cartilaginosos (tiburones) son una clase de vertebrados, como los son también los mamíferos, los peces óseos, los anfibios y la clase de reptiles y aves. Una sardina o un bacalao es un pez óseo y un delfín es un mamífero.

Cordiales saludos

Epi