sábado, 5 de agosto de 2023

Gasolina con plomo


¿Cuánta contaminación debemos permitir en aras del progreso? Quizá la historia del tetraetil plomo nos haga reflexionar sobre esta peliaguda pregunta.
La gasolina necesita un aditivo para que puedan fabricarse motores con potencia. Thomas Midgley, a principios del siglo XX, inventó el tetraetil plomo; pero, ¿es un compuesto seguro? Su inventor, ante la prensa, alardeó de la ausencia de riesgo. Mentía: él mismo se había intoxicado con el plomo y su colaborador, junto con cuatro colegas, había muerto; de los cuarenta y nueve trabajadores que manipulaban el tetraetil plomo, cuarenta habían enfermado o fallecido; edificio del gas loco, llamaban al laboratorio. En otra instalación, los muertos fueron dos; también se contaron óbitos en una tercera, denominada casa de las mariposas, porque los trabajadores, alucinados, veían insectos.
¿Era sano añadir plomo a la gasolina, sabiendo que los gases resultantes de la combustión se liberarían en las ciudades? Midgley aseguró que "la calle probablemente estará tan libre de plomo que será imposible detectarlo", aunque "no se han tomado datos experimentales reales”. En 1925 y en Washington se debatió el asunto en una conferencia. Existían dos criterios: unos, resaltaban el riesgo; otros, hacían hincapié en la utilidad y en que el riesgo no estaba demostrado. Para Frank Howard, vicepresidente de Ethyl Corporation (empresa de la General Motors y Standard Oil) la gasolina con plomo era un regalo de Dios. Alice Hamilton arguyó que la gasolina con plomo produciría intoxicaciones; porque en el pasado la gente se había intoxicado: los mineros de la galena (sulfuro de plomo) o quienes trabajaban con albayalde (carbonato de plomo) a menudo se volvían locos y morían.
No obstante, el informe científico, encargado por el gobierno de Estados Unidos, autorizó el uso de tetraetil plomo; uso que no prohibió hasta la década de los setenta. Dos décadas después, habiendo comprobado que la cantidad de crímenes violentos había bajado, Jessica Reyes se preguntó ¿quiénes no respiraron plomo cometerían menos delitos violentos? La hipótesis podía verificarse pues los estados de EE.UU. aprobaron la prohibición en distintos momentos: el resultado de la comprobación mostró que la supresión del plomo reducía los crímenes violentos el cincuenta y seis por ciento.
¿Era imprescindible el tetraetil plomo? Tanto su inventor como los fabricantes sabían que el alcohol etílico tiene el mismo efecto. ¿Por qué insistieron en el plomo? ¿Tal vez porque el alcohol ni se podía patentar ni controlar su distribución?

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