Tanto las proteínas como los polisacáridos (glúcidos es su nombre técnico) son moléculas esenciales para la vida que, aunque pueden encontrarse solas, a menudo se hayan unidas. Y ello se debe, fundamentalmente, a que los polisacáridos, además de servir como combustibles celulares de reserva -el almidón- o componentes estructurales -la celulosa-, transportan información que no sólo rivaliza, sino que supera a la que almacenan los ácidos nucleicos y las proteínas. Las células usan glúcidos tanto para intercambiar señales con su entorno como para etiquetar el destino de las proteínas que sintetizan; la coagulación sanguínea, la respuesta inmunitaria y la cicatrización son algunos de los procesos en que intervienen los glúcidos unidos a las moléculas de las membranas celulares.
Los proteoglucanos, que se usan para el tratamiento y cuidado de la piel, son una familia de estas sustancias compuestas por proteínas unidas a polisacáridos cuyas glucosas, en este caso, contienen nitrógeno y, a menudo, sulfatos. Los proteoglucanos forman parte de la membrana celular y también son componentes del material que ocupa el espacio en el que están inmersas las células animales, material gelatinoso que las mantiene unidas y contiene poros por los que pueden difundir el oxígeno y otras moléculas.
La mitad de todas las proteínas de los mamíferos son glucoproteínas, o sea, proteínas enlazadas a varios glúcidos, como muchas hormonas, anticuerpos, enzimas, receptores, factores de crecimiento, proteínas de reconocimiento celular, incluso las moléculas de los glóbulos rojos que determinan los grupos sanguíneos son glucoproteínas. Y la parte glucídica es esencial pues interviene, entre otros procesos, en la rotura de la hormona TSH y de otras proteínas plasmáticas; en la destrucción de los eritrocitos viejos; en el trasvase de los leucocitos de los capilares hacia el lugar de la inflamación; en la unión del virus de la gripe con las células humanas, o en la unión de la bacteria causante de la úlcera gástrica con las células del estómago. Por si el curioso lector aún no ha apreciado la importancia de las uniones entre los glúcidos y las proteínas indicaré que enlaces defectuosos entre unos y otras causan más de cuatro decenas de graves enfermedades genéticas humanas.
Los peptidoglucanos, por último, son rígidos polímeros, formados por la unión de polisacáridos con polipéptidos; forman una tupida malla que constituye las paredes celulares que protegen las bacterias y las arqueas; evitando que se hinchen y rompan, a causa de la entrada de agua.
No hay comentarios:
Publicar un comentario