sábado, 29 de enero de 2022

Complejidad


Albert Einstein realizó contribuciones fundamentales a dos fronteras de la ciencia del siglo XX: la teoría de la relatividad nos ayudó a entender el universo a gran tamaño y su hipótesis sobre la luz inició el camino para comprender el diminuto mundo de los fenómenos cuánticos. Entre ambas escalas existe una zona intermedia, en la que se sitúan los sistemas complejos, tales como los fenómenos biológicos o el procesamiento de la información en el cerebro, también las transiciones de fase, los fenómenos fuera de equilibrio, la autoorganización, la formación de patrones y los sistemas heterogéneos; de su estudio ha emergido una nueva física, la  complejidad, que se ha desarrollado de una manera espectacular en el siglo XXI. Cabe pensar que, si el sabio viviera hoy, también exploraría esta nueva frontera del conocimiento, un tema que ya había tratado en su investigación sobre el movimiento browniano, las fluctuaciones o la opalescencia. 
Philip W. Anderson (premio Nobel de física en el 1977), en un artículo titulado Physics: The Opening to Complexity (1995), señala: “Otro gran número [de físicos] se dedican a otro tipo de investigación fundamental: la investigación de fenómenos que son demasiado complejos para ser analizados de modo sencillo por simple aplicación de las leyes fundamentales. Estos físicos están trabajando en una nueva frontera entre lo misterioso y lo conocido: la frontera de la complejidad. En esta frontera, la consigna no es el reduccionismo, sino la emergencia. Los fenómenos complejos emergentes bajo ningún concepto violan las leyes microscópicas, sin embargo no aparecen como consecuencias lógicas de estas leyes.” “La tarea central de la física teórica de nuestro tiempo ya no es escribir las ecuaciones últimas, sino más bien catalogar y entender el comportamiento emergente en sus muchas formas, incluyendo potencialmente a la misma vida”.
¿Qué es la emergencia, idea fundamental que aparece en el estudio de la complejidad? El surgimiento de propiedades que provienen de la dinámica colectiva de los componentes de un sistema: estructuras, patrones o características nuevas que surgen durante el proceso de autoorganización; como pueden ser los fenómenos físicos de la superfluidez y superconductividad. Todo esto significa que un sistema complejo exhibe un comportamiento que ninguno de sus componentes posee o, dicho con sencillas palabras, que el todo es más que la suma de sus partes. ¿Que el intrigado lector quiere conocer sistemas complejos? El tiempo atmosférico, los terremotos y volcanes, los ecosistemas, los seres vivos, la conciencia, las sociedades o las ciudades. 

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