sábado, 23 de enero de 2021

Estrellas Tabby, misterio desvelado


Contemplaba una desmesurada calima invernal en las Islas Canarias. En las fotos del satélite se apreciaban perfectamente las pequeñas partículas de polvo o arena que permanecían en suspensión en la atmósfera; la visibilidad en la superficie debía ser mínima. Niebla, neblina, lluvia, llovizna y bruma tienen algo en común con la calima: la presencia de aerosoles -gotas de agua, cristales de hielo o partículas sólidas suspendidas- en la atmósfera. Sí, sabía que el polvo interviene en la meteorología, lo que no me esperaba es encontrarlo también en uno de los fenómenos que tiene intrigados a los astrónomos desde hace algunos años. 
Los físicos llevan años empeñados en buscar una explicación a la misteriosa estrella de Tabby (KIC 8462852); su brillo varía de una manera tan aleatoria que nadie, hasta ahora, ha logrado aclarar cómo se produce. Desde su descubrimiento, en 2015, se han formulado muchas teorías, científicas algunas, otras no tanto, como las que recurren a hacendosos extraterrestres capaces de construir una estructura alrededor de la estrella. Ninguna de las teorías -científicas- ha justificado los abruptos cambios de brillo (de hasta un cinco por ciento) y el progresivo oscurecimiento que sufre la estrella (un veintidós por ciento desde que se descubrió). 
Al fin, los investigadores creen haber encontrado la respuesta al enigma. Haré un inciso para recordar que, en un sistema solar distinto del nuestro, pueden existir lunas que, por algún motivo, han abandonado su planeta original y vagan huérfanas por su sistema solar. Pensemos en un gigante gaseoso como Júpiter; si algo afectase a su gravedad, alguna de sus grandes lunas podría abandonarlo y terminar vagando en las regiones externas del sistema solar; o bien, excepcionalmente, la luna huérfana podría verse atraída hacia las regiones interiores y terminar estabilizada en una órbita cercana a la estrella. La teoría encaja como un guante con nuestra enigmática estrella. No sólo explicaría la rapidez del oscurecimiento, sino también los cambios de brillo aleatorios y la progresiva pérdida de brillo: una exoluna huérfana ha terminado muy cerca de la estrella de Tabby. La radiación y el viento de la estrella le están arrancando la piel poco a poco, lo que libera densas e irregulares nubes de polvo y fragmentos cada vez más grandes que interfieren con el brillo que vemos desde la Tierra. Nada más: no es necesaria la presencia de  extraterrestres.¡Qué le vamos a hacer!

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