A
la pregunta de si existen las temperaturas negativas suelo responder
que si usamos grados centígrados para medirlas son posibles números
negativos; en cambio con unidades kelvin sólo podemos emplear los
números positivos. Y así lo hice… hasta que, ignorando mi
consuetudinario hábito, intenté explicar a unos colegas, que
también las temperaturas negativas kelvin son posibles. Creo que no
entendieron mi disertación. Compruébelo el curioso lector.
Doscientos setenta y tres grados centígrados bajo cero, cero grados centígrados o mil grados centígrados sobre cero,
corresponden a cero kelvin, doscientos setenta y tres kelvin o mil doscientos
setenta y tres kelvin; recuerdo al sabio lector que la temperatura
centígrada se relaciona con la fusión del hielo y la ebullición
del agua, mientras que la escala kelvin se interpreta como la energía
cinética media de las moléculas; una magnitud que mide el
movimiento, cuyo menor valor es cero, la inmovilidad. Según esto, la
existencia de una temperatura negativa kelvin resulta imposible; sin
embargo, ciertos objetos pueden tener una temperatura negativa.
¿Cómo
se resuelve la paradoja? Definiendo la temperatura de una manera más
rigurosa: como la relación entre la energía y la entropía
(entiéndase desorden) de un objeto. Los objetos que tienen una
temperatura positiva aumentan su entropía a medida que les agregan
energía, mientras que los objetos con una temperatura negativa
disminuyen su entropía a medida que les agregan energía. Los
habituales objetos (sistemas clásicos) no pueden tener temperaturas
negativas: al agregarles calor siempre aumenta su entropía. Sin
embargo, algunos objetos (sistemas cuánticos) tienen temperatura
negativa: al agregarles energía disminuye su entropía. ¿Por qué?
Porque tienen un tope máximo de energía (en los sistemas clásicos
no hay límite); en tal caso, si el sistema ha alcanzado el máximo
de entropía y aún así, continúa aumentando su energía para
aproximarse a su energía máxima, su entropía disminuirá.
Por
si fuera poca paradoja añadiré que un objeto con una temperatura
negativa está más caliente que uno con una temperatura positiva; es
así porque el calor fluye desde un objeto con temperatura negativa a
otro con temperatura positiva si ambos se ponen en contacto. Resulta
difícil creerlo, pero una sustancia con una temperatura negativa no
está más fría que cero kelvin, sino más caliente que a
temperatura infinita; cero kelvin sigue siendo la menor temperatura
posible.
¿Se
trata todo esto de una especulación teórica? ¿Hemos comprobado
este fenómeno en la realidad? Sí ¡Vivir para ver!
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