sábado, 14 de marzo de 2020

Células T con CAR, terapia anticancerosa



     Sabemos que el sistema inmunitario consiste en un conjunto de células que nos permiten mantener el equilibrio interno frente a agresiones externas e internas. Sabemos que su mal funcionamiento causas graves perjuicios para la salud, ya sea por una deficiencia inmunitaria (recuérdese el sida), ya porque se produce una respuesta inmunitaria a sustancias que no son dañinas, como el asma y las alergias, o bien debido a un ataque inmunitario contra el propio organismo (tiroiditis, artritis reumatoide o diabetes). También sabemos que compartimos con todos los seres vivos el sistema inmune inespecífico, en cambio sólo los animales vertebrados disponemos de un sistema inmune específico, cuyas unidades funcionales son los linfocitos. En cualquier caso, los humanos contamos con células que, de alguna manera, son capaces de reconocer y destruir patógenos concretos y células cancerosas.
     Sobre esta base de conocimientos los inmunólogos han elaborado un nuevo tratamiento anticanceroso. La terapia de células T con CAR consiste en modificar en el laboratorio los linfocitos T (glóbulos blancos que maduran en el timo) del paciente, para que ataquen a las células cancerosas y las destruyan. ¿Cómo ejecutan la operación los médicos? Primero extraen las células T de la sangre del enfermo; a continuación y en el laboratorio, les añaden un gen; gen que produce una proteína, un receptor (llamado CAR, Chimeric Antigen Receptor) que tiene la capacidad de unirse a una molécula -antígeno- de las células cancerosas del paciente; en resumen, los médicos fabrican linfocitos modificados genéticamente. Hecho lo cual, producen millones de células T con CAR que, después, administran al paciente mediante una transfusión. Finalmente y ya en el organismo enfermo, las células T con CAR se unen al antígeno de las células cancerosas y las destruyen. Los investigadores han probado la terapia en todos los cánceres; desgraciadamente, por ahora, solamente resulta eficaz en los cánceres de la sangre; sin embargo, esperan que pronto encontrarán la clave para extender su eficacia a los tumores sólidos. Aun así, podemos ser moderadamente optimistas, en España, se han efectuado ensayos clínicos con éxito en un centenar de pacientes. Ahora bien, todavía hay preguntas clave sin responder, ¿cuánto tiempo es necesario que estén las células T con CAR en la sangre del enfermo para eliminar la enfermedad? ¿Es suficiente unos meses o hay que persistir años? El sagaz lector seguro que ya ha adivinado la importancia de averiguar la respuesta.

1 comentario:

C. Armesto dijo...

Estimando amigo

Te lo aclaro de una manera un poco más técnica.

Los linfocitos constituyen el treinta por ciento del total de los glóbulos blancos de la sangre. Los hay de tres tipos: linfocitos B (fabrican anticuerpos), linfocitos T (destruyen células anómalas o ayudan a destruirlas) y linfocitos NK (natural killer).

El setenta por ciento de los glóbulos blancos de la sangre restantes no son linfocitos, aunque también intervienen en la inmunidad.

Saludos