Sabemos
que el sistema inmunitario consiste en un conjunto de células que
nos permiten mantener el equilibrio interno frente a agresiones
externas e internas. Sabemos que su mal funcionamiento causas graves
perjuicios para la salud, ya sea por una deficiencia inmunitaria
(recuérdese el sida), ya porque se produce una respuesta inmunitaria
a sustancias que no son dañinas, como el asma y las alergias, o bien
debido a un ataque inmunitario contra el propio organismo
(tiroiditis, artritis reumatoide o diabetes). También sabemos que
compartimos con todos los seres vivos el sistema inmune inespecífico,
en cambio sólo los animales vertebrados disponemos de un sistema
inmune específico, cuyas unidades funcionales son los linfocitos. En
cualquier caso, los humanos contamos con células que, de alguna
manera, son capaces de reconocer y destruir patógenos concretos y
células cancerosas.
Sobre
esta base de conocimientos los inmunólogos han elaborado un nuevo
tratamiento anticanceroso. La terapia de células T con CAR consiste
en modificar en el laboratorio los linfocitos T (glóbulos blancos
que maduran en el timo) del paciente, para que ataquen a las células
cancerosas y las destruyan. ¿Cómo ejecutan la operación los
médicos? Primero extraen las células T de la sangre del enfermo; a
continuación y en el laboratorio, les añaden un gen; gen que
produce una proteína, un receptor (llamado CAR, Chimeric Antigen
Receptor) que tiene la capacidad de unirse a una molécula -antígeno-
de las células cancerosas del paciente; en resumen, los médicos
fabrican linfocitos modificados genéticamente. Hecho lo cual,
producen millones de células T con CAR que, después, administran al
paciente mediante una transfusión. Finalmente y ya en el organismo
enfermo, las células T con CAR se unen al antígeno de las células
cancerosas y las destruyen. Los investigadores han probado la terapia
en todos los cánceres; desgraciadamente, por ahora, solamente
resulta eficaz en los cánceres de la sangre; sin embargo, esperan
que pronto encontrarán la clave para extender su eficacia a los
tumores sólidos. Aun así, podemos ser moderadamente optimistas, en
España, se han efectuado ensayos clínicos con éxito en un centenar
de pacientes. Ahora bien, todavía hay preguntas clave sin responder,
¿cuánto tiempo es necesario que estén las células T con CAR en la
sangre del enfermo para eliminar la enfermedad? ¿Es suficiente unos
meses o hay que persistir años? El sagaz lector seguro que ya ha
adivinado la importancia de averiguar la respuesta.
1 comentario:
Estimando amigo
Te lo aclaro de una manera un poco más técnica.
Los linfocitos constituyen el treinta por ciento del total de los glóbulos blancos de la sangre. Los hay de tres tipos: linfocitos B (fabrican anticuerpos), linfocitos T (destruyen células anómalas o ayudan a destruirlas) y linfocitos NK (natural killer).
El setenta por ciento de los glóbulos blancos de la sangre restantes no son linfocitos, aunque también intervienen en la inmunidad.
Saludos
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