Fenicios,
griegos, cartagineses, romanos, visigodos, árabes, los invasores que
ha tenido el territorio que ahora llamamos España, encrucijada de
dos continentes, han sido múltiples y variados. También ahora la
península ibérica sufre invasiones, aunque no de humanos, sino de
animales, como el mejillón cebra, la almeja asiática o el visón
americano; pero no me voy a referir a mamíferos ni a moluscos
foráneos, sino a la avispa asiática, la Vespa velutina, una especie
invasora que llegó a Europa en el año 2004, procedente de regiones
asiáticas donde el clima es similar al nuestro, y que, por ello, se
ha adaptado muy bien al oeste europeo.
Los
apicultores están desolados: tienen motivo. Las avispas asiáticas
afectan a la biodiversidad, porque se alimentan, como las demás
avispas, de insectos autóctonos (las abejas mielíferas incluidas),
causan, entonces, estragos en las explotaciones apícolas, amenazan
las colmenas poniendo en peligro la producción de miel, merman, por
tanto, el importante papel polinizador de las abejas y, por si fuera
poco, perjudican la producción frutícola, ya que una parte
importante de su dieta está formada por frutas. En lo que se refiere
a su relación con los humanos cabe argumentar que no son más
peligrosas que las otras avispas (la composición de su veneno es
igual al de las avispas autóctonas), si bien su expansión por las
zonas urbanas aumenta el riesgo de las picaduras. Tranquilícese el
medroso lector, el calificativo de asesinas que se le da a estas
avispas no se debe a que ataquen a las personas, sino a que matan a
las abejas para alimentarse de ellas.
¿Existe
alguna remedio? Las abejas asiáticas, que llevan conviviendo mucho
tiempo con las avispas asiáticas, no padecen tanta depredación como
las europeas, porque han aprendido a defenderse; las abejas europeas
esperemos que, más bien pronto que tarde, hagan lo mismo que sus
homólogas asiáticas. Mientras tanto… sabemos que existen plagas
de ciervos y jabalíes en algunas regiones españolas, también
plagas de gaviotas y palomas. Con éxito se han empleado águilas y
halcones contra estas últimas; imbuidos de ese conocimiento, los
zoólogos buscan un depredador de la avispa asiática y parece que lo
han encontrado en el abejero europeo, un ave rapaz migratoria
relativamente escasa en la península ibérica que se alimenta sobre
todo de avispas y abejorros; los entomólogos han constatado que esta
ave ha incorporado la velutina a su dieta. ¡Bendito sea!
¡Protejámosla!
No hay comentarios:
Publicar un comentario