“Según
la mecánica ondulatoria de Max Planck, las imágenes que alguna vez reflejaron
los espejos todavía andan por algún lado del espacio, ¿estás seguro que eso es
la teoría de la mecánica ondulatoria de Max Planck?, no, seguro no, a lo mejor
es la De Broglie, bueno la verdad es que de los espejos, lo que se dice de los
espejos lo más probable es que no haya hablado ninguno de los dos”. Como ya habrá
adivinado el culto lector, este delicioso párrafo copiado de una novela de Camilo
José Cela es un disparate. No lo es, en cambio, que sólo el veinte por ciento, aproximadamente,
del total de la materia del universo se pueda observar directamente; y que el ochenta
por ciento restante permanezca invisible; invisible porque no emite radiación
electromagnética capaz de ser detectada, recibe por ello el nombre de materia
oscura y sabemos que existe por los efectos gravitacionales que causa en las
estrellas, las galaxias y los cúmulos de galaxias, o por las distorsiones que presenta
el fondo cósmico de microondas.
Durante un tiempo los neutrinos se consideraron candidatos a
constituir la materia oscura; se desecharon porque, debido a su pequeña masa
(menos de la millonésima de un electrón), resultan incapaces de formar las estructuras materiales
que mantienen juntas las galaxias. No obstante, la posibilidad sigue abierta
para los neutrinos estériles, un nuevo tipo de partículas que tendría masa
mayor y sólo interaccionaría gravitacionalmente. El problema estriba en que no
se han observado y en que deberían desintegrarse produciendo una señal de rayos
X que nadie ha detectado. Kevork Abazajian, en 2014, ha hallado rayos X procedentes
de cúmulos de galaxias que podrían deberse a la desintegración de un neutrino
estéril de masa igual a catorce milésimas de un electrón: si se confirmara, habría
encontrado un candidato a materia oscura.
Hasta
aquí los datos, ¿qué propone la teoría? Si los neutrinos carecen de masa, tal y
como postula el modelo estándar, sólo una de las dos posibles quiralidades (dextrógiro
o levógiro) del neutrino es posible –despreocúpese el atribulado lector del
significado de las palabras enrevesadas-. Los resultados experimentales concuerdan:
muestran que todos los neutrinos presentan una sola quiralidad, levógiros (dextrógiros, los antineutrinos). Recientes observaciones sugieren que los neutrinos deberían
tener masa. Este inesperado resultado permitiría que los neutrinos (y antineutrinos)
tuviesen ambas quiralidades: entonces los neutrinos estériles podrían ser los
neutrinos dextrógiros (y los antineutrinos levógiros).
Lamentablemente,
por ahora, no existen indicios suficientes para establecer conclusiones
definitivas.
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