sábado, 27 de septiembre de 2014

La edad oscura del universo


Cuando un presumido lector se mira en un espejo separado de él un metro, se ve tal y como era seis nanosegundos antes, el tiempo que tarda la luz en recorrer esa distancia. De igual forma los astrónomos contemporáneos no tiene que hacer cábalas sobre el pasado del universo: lo contemplan a través de sus telescopios. Y ya disponen de una instantánea que data cuatrocientos mil años después del Big-bang: la radiación del fondo cósmico de microondas; también cuentan con imágenes de las galaxias mil millones de años posteriores al instante inicial. Entre aquélla y éstas queda un gran hueco, una edad oscura, un intermedio entre el fin de la gran explosión que originó al universo y el bullicioso cosmos del presente; se engaña quien la considere una época sombría, pues algo fundamental sucedió en este intervalo; las fuerzas gravitatorias convirtieron el plasma primordial en el variopinto zoo celeste que hoy observamos. La situación me recuerda a un álbum de fotos de un amigo que pasara de las primeras imágenes del feto -tomadas con ultrasonidos- a las fotografías de la adolescencia y madurez; notaría rápidamente la ausencia de las páginas de la infancia, las mismas páginas perdidas que buscan los astrónomos en el álbum fotográfico cósmico.

Según la teoría del Big-bang el joven universo constaba de un plasma caliente: una sopa de protones, electrones y fotones en perpetuo choque que, a medida que el cosmos se expandía, se enfriaba, hasta que los protones y electrones se combinaron para dar un gas de átomos de hidrógeno al llegar a los tres mil grados; en ese momento los fotones dejaron de interaccionar con la materia de forma intensa y se convirtieron en el fondo de microondas. Si bien nuestro planeta está formado por átomos, no sucede lo mismo con la materia común del universo presente: consta de un plasma de protones y electrones. ¿Quién ionizó los átomos de nuevo? La contestación resulta obvia, la radiación de las primeras generaciones de estrellas lo hizo; comenzó su labor cuando el universo contaba con cien millones de años de edad y había completado el trabajo, a los mil millones de años, cuando las grandes galaxias ya se habían formado. ¿Tiene algún interés el estudio de esta época, de esta edad oscura? Los astrónomos esperan que muestre, paso a paso, cómo, a partir de la materia amorfa, aparecen las estrellas y las galaxias. No es poco.

2 comentarios:

C. Armesto dijo...

Estimado amigo

Las fechas del comienzo y final de la edad oscura son aproximadas; a medida que aumenten los conocimientos astronómicos se podrá precisar más.

Saludos de Epi

C. Armesto dijo...

Estimado amigo

Los primeros cuásares del universo se formaron al colapsar la materia debido a la gravedad; la intensa radiación que emitieron reionizó (separó los electrones de los núcleos atómicos) la materia del universo. Desde ese momento (probablemente el universo contaba con algo menos de mil millones de años de antigüedad) casi toda la materia del universo se encuentra en el estado plasma.

Saludos cordiales