¿Qué
resguarda mejor del frío a una casa, unas paredes de madera o una capa de nieve
del mismo espesor? La nieve protege mejor que la madera porque su conductividad
térmica es dos y media veces menor, escrito con otras palabras, la nieve impide
el paso del calor hacia el exterior mejor que la madera. Y el transporte de
calor es un asunto sugerente porque, ¿cómo se ingenia nuestro cuerpo para
mantener una temperatura invariable y no seguir los cambios del ambiente?
Los
físicos saben que un cuerpo puede intercambiar calor con el aire de tres
maneras diferentes: mediante la conducción el calor se transfiere por contacto
directo; la convección lo transporta por medio del movimiento del aire que
rodea al cuerpo; la radiación depende exclusivamente de la diferencia de
temperaturas. Si se trata de humanos debemos incluir en el cómputo el sudor, la
eliminación de calor con el agua de la transpiración. Recurrimos a los datos para
ilustrar el proceso. Con el ambiente a veintitrés grados y la temperatura de la
piel a treinta y cuatro; un hombre desnudo en reposo produce noventa vatios y pierde
diecisiete por transpiración, once por conducción y convección, y ciento
treinta y tres por radiación: el modelo nos indica que la pérdida predominante de
calor se debe a la radiación y que la persona tendrá frío. Cuando el ambiente
está a cuarenta y cinco grados, y la temperatura de la piel es treinta y siete,
el mismo sujeto tendrá idéntica producción de calor –noventa vatios- a la que sumará
ocho por conducción y convección y ciento nueve por radiación del ambiente; en
este caso la transpiración se encargará de eliminar los doscientos siete vatios
sobrantes.
La
temperatura corporal está regulada principalmente por una región del cerebro, el
hipotálamo; bajo su control, la sudoración comienza cuando la piel alcanza
treinta y siete grados, y aumenta rápidamente a medida que la temperatura se
eleva. Si la temperatura de la piel cae por debajo de treinta y siete grados se
inicia una doble respuesta: para evitar las pérdidas caloríficas cesa la
sudoración, se desencadena una vasoconstricción y se promueve la erección de
los pelos y piel que aumenta el aislamiento; para aumentar la producción se provocan
temblores musculares y se sintetizan las hormonas adrenalina, noradrenalina y
tiroxina.
¡Admírese
el lector inteligente! Tanto en el tórrido verano como en el gélido invierno su
hipotálamo vela por él para que su temperatura corporal permanezca invariable.
3 comentarios:
Estimado amigo
A pesar de su importancia fisiológica, el hipotálamo es una estructura anatómica muy pequeña, de unos cuatro gramos aproximadamente, lo que quiere decir que su volumen no andará lejos de los 4 mililitros; considera que el volumen de tu dedo meñique puede ser unos diez mililitros.
Saludos cordiales
Epi
Estimado amigo
La baja conductividad térmica del hielo permite utilizarlo como material de construcción y así lo hacen los esquimales. Dentro de los iglús la temperatura oscila entre menos siete y dieciséis grados; y puede ser más confortable si se tapizan las paredes con pieles. Incluso, cuando en el exterior el termómetro baja a sesenta grados bajo cero, dentro se mantiene a diez bajo cero.
Saludos de Epi
Estimada amiga
Vasoconstricción significa estrechamiento de los vasos sanguíneos, sean éstos arterias, venas o capilares.
Los vasos sanguíneos no son estructuras rígidas como los vasos de cristal; son flexibles, están hechos con material elástico.
Saludos de Epi
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