Charlaba con un amigo historiador sobre
las influencias de la meteorología en la guerra: comenzamos con la derrota de Hitler
y Napoleón por el general invierno en Rusia; el hilo del discurso nos condujo del
fracaso de la invasión de Japón por los mongoles al desastre de la Armada
Invencible española, esta calamidad nos ubicó en Irlanda, y ya en ese hermoso
país nos acordamos de su famosa cerveza Guinness. Voy a comentar algunas
propiedades de uno de sus componentes, un condimento de agradable sabor anisado
que posee un poder edulcorante cincuenta veces superior al de la sacarosa. El
regaliz (que se extrae de la raíz de la Glycyrrhiza glabra) se usa en
confitería para preparar postres, tartas, caramelos y golosinas, se emplea como
ingrediente del tabaco de pipa y en comprimidos para eliminar el mal aliento, y
también en la elaboración de bebidas, como la mentada cerveza.
En otro lugar expondré las propiedades
curativas del regaliz, ahora quiero resaltar sus contraindicaciones. El lector
profano debe saber que las acciones del principio activo más importante de esta
pequeña planta, la glicirricina, se asemejan a las de las hormonas de la
corteza de la glándulas suprarrenales (ubicadas encima de los riñones). Su uso
prolongado produce hipertensión, retención del agua, aumento de sodio y pérdida
de potasio; por eso es perjudicial durante el embarazo y la lactancia, o en
casos de insuficiencia renal o de hipertensión. Sabido esto, al lector comedido
no le sorprenderá que se produzcan intoxicaciones con el regaliz. El uso
habitual de caramelos, sobre todo de los que refrescan el aliento, el abuso de
las gomas de mascar, la ingestión de grandes cantidades de bebidas que lo
contengan, o fumar mucho tabaco que incluya este aditivo puede tener
desagradables consecuencias.
Dos datos, uno para preocupar a los
hombres y otro para prevenir a las mujeres, y una recomendación general nos
ayudarán a valorar esta sustancia. En Finlandia, los científicos hallaron que
el consumo excesivo de regaliz puede provocar partos prematuros. En Irán, unos
investigadores han comprobado que la administración de un gramo y tres décimas
de regaliz, durante diez días consecutivos, disminuye la síntesis de la hormona
masculina e inhibe el deseo sexual. No puede extrañarnos que, en el año 2004,
la Comisión Europea recomendase que la dosis diaria del componente principal no
supere los cien miligramos diarios.
2 comentarios:
Estimada amiga
Resaltaría dos propiedades farmacológicas interesantes de la glicirrina: antiviral y antiinflamatoria.
Saludos cordiales de Epi
Estimada amiga
1º La glándula suprarrenal consta de corteza y médula; cada una de ellas se comporta como una entidad independiente y fabrica hormonas que ejercen acciones muy diferentes.
2º La acción de corticosterona (fabricada por la corteza de la glándula suprarrenal) es muy distinta a la acción de la adrenalina (fabricada por la médula de la glándula suprarrenal).
Saludos cordiales
Epi
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