Aristóteles
y sus seguidores postulaban que en la naturaleza no podía existir el vacío. Los
investigadores que promovieron la revolución científica del siglo XVII
demostraron con sus experimentos que tal concepción estaba equivocada. Por
ironía de la historia, la física moderna sostiene una teoría parecida a la del
filósofo griego.
Un aviso al lector precavido: el sentido común es válido
únicamente en el mundo a escala humana; en el micromundo o en el macromundo los
experimentos han demostrado que el sentido común -sin duda el mejor de los
sentidos- conduce a conclusiones erradas. La mayor parte de nosotros suponemos
que el espacio vacío está vacío; también esa era la creencia de los científicos
hasta que, en la primera mitad del siglo XX, desarrollaron la física cuántica.
Ahora saben que el mundo no es así, es más sutil: el espacio vacío no está
vacío. Lector incrédulo, ¿dudas? Te propongo un experimento mental: imagina un
cubo de un metro de lado ubicado en el espacio que hay entre las galaxias.
Dentro de él, probablemente, habrá algún átomo de hidrógeno; extráelo; elimina
también toda la radiación térmica enfriando: tienes un cubo en el que no hay
materia ni energía, por lo que supones que está vacío. Pues bien, te equivocas.
En ese cubo aparentemente desocupado existe una infinidad de partículas de
materia que, saliendo de la nada, aparecen y desaparecen, pasan espontáneamente
de la no existencia a la existencia, y viceversa. En otras palabras, el mejor
vacío que se puede conseguir en un laboratorio contiene energía, debido a esas
fantasmagóricas partículas materiales que los físicos apellidan virtuales y
que, por cierto, no se pueden detectar directamente; pero sí mediante vías indirectas. Pero si el vacío tiene una
energía, es concebible idear un estado, con menor energía todavía, hacia el que
pueda evolucionar (al universo, como a todos nosotros, le gusta caminar cuesta
abajo). Y si sucediese que el espacio con materia tuviera menor energía que el
espacio vacío, ya tendríamos explicado el origen de nuestro universo de una
manera científica: el universo se creó espontáneamente de la nada, porque la
nada es inestable. Desgraciadamente, los físicos carecen de conocimientos
suficientes como para atribuir un valor concreto a la energía del espacio vacío
y a la del espacio con materia, para poder compararlos.
No
cabe duda, cuanto más sabemos del mundo más sorprendente nos parece.
2 comentarios:
Estimado amigo:
Según la teoría clásica el vacío consiste en la ausencia de materia en un determinado espacio; pero según la teoría cuántica, el vacío no está vacío, sino lleno de partículas virtuales que constantemente fluctúan dentro y fuera de la existencia.Hasta cierto, el vacío cuántico se manifiesta en el efecto Casimir (medible en un laboratorio.
Estimado amigo
Para que puedas comparar la magnitud del espacio vacío en el universo te diré que hay varias decenas de cuatrillones de moléculas en un metro cúbico de aire de nuestra atmósfera, en cambio en el mismo metro cúbico en el espacio intergaláctico apenas hay un único átomo.
Cordiales saludos de Epi
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