En la escala de las medicinas más vendidas en España, cuatro analgésicos ocupan el primer lugar, en el quinto se halla la hormona tiroidea: más de dos millones y medio de españoles padecen hipotiroidismo subclínico. Muchos sanitarios atribuyen el fenómeno a la autoinmunidad, sin identificar la causa concreta, los menos, entre los que se encuentra el doctor Nicolás Olea, uno de los mayores expertos en el mundo en disruptores endocrinos, argumentan que los compuestos tóxicos que se hallan en el ambiente son quienes afectan al tiroides. “Es una hipótesis factible que encaja en las fechas: el incremento de enfermedades tiroideas coincide con el aumento a la exposición a contaminantes bromados”. De las más de cien mil sustancias sintéticas que fabricamos los humanos, dos mil por lo menos interfieren con nuestras hormonas. ¿Cómo es posible que usemos tantas sustancias dañinas?
El confiado lector tal vez se fíe de las autoridades sanitarias: olvida que el mayor agente causante de cáncer de pulmón, el tabaco, se despacha legalmente en los estancos. ¡Legal no significa inocuo! Fijémonos en el agua embotellada. En el año 2021 se produjeron unas seiscientas mil millones de botellas y envases de plástico PET (polietileno tereftalato, un poliéster); recipientes que producirán unos veinticinco millones de toneladas de residuos. Con el PET se hacen bandejas alimentarias, fiambreras, vasos y botellas, de éstas una de cada tres se usará para agua embotellada y ocho o nueve de cada diez botellas de agua acabarán en vertederos o como residuos incontrolados. Prescindamos del aumento de basura y preguntémonos si es más saludable el agua embotellada que el agua del grifo. ¿Qué dice el experto doctor Olea? No. ¿Las sustancias que contiene el plástico pasan al agua? Sí. ¿Esa minúscula cantidad de sustancias disueltas en el agua interfiere con la acción de las hormonas? Sí. El humilde escritor aclara que, aun estando de cuerdo con el sabio profesor en las regiones del primer mundo, en muchos otros lugares el agua del grifo es insana. Debo añadir que cada minuto se venden en el mundo más de un millón de botellas de agua; se sobrepasa el cuarto de billón de dólares anuales y el sector económico espera llegar al medio billón en el año 2030. Por otro lado, un informe de la ONU advierte que la utilización del agua embotellada impide encontrar soluciones al problema del suministro de agua potable segura a toda la población mundial.
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