sábado, 24 de junio de 2023

Feldespatos


Si el erudito lector es buen conocedor de la literatura contemporánea sabrá que “Piedra de sol” es un poema escrito por el premio Nobel mexicano Octavio Paz; pero la piedra de sol también es un mineral, que tiene un brillo dorado centelleante y responde al término científico de oligoclasa venturina. Pertenece a la familia de los feldespatos; familia de minerales que también incluye la piedra de luna, gema escasa y costosa que se usa en joyería y muestra un juego de colores único: se asemeja a una nube azulada lechosa, debido a la peculiar estructura de sus cristales, que recibe el impronunciable nombre de adularescencia. La piedra de luna fue popular en la antigua Roma; los aristócratas romanos la vinculaban con la Luna y le atribuían salud y buena suerte; y seguía siéndolo a principios del siglo XX: las mujeres del Art Nouveau la llevaban en pulseras, broches, anillos, aretes y collares; sus compañeros masculinos la portaban en gemelos, anillos, alfileres para sus corbatas y cadenas de relojes. 
Después de estas disquisiciones históricas conviene hacer algún comentario químico sobre los feldespatos, los minerales más abundantes en la corteza del planeta; se trata de un grupo de minerales, silicatos concretamente, que ocupan el sesenta por ciento del volumen de la corteza terrestre. Podemos describir su estructura como un armazón de esferas, que así nos podemos imaginar a los átomos de oxígeno de los feldespatos, con diminutas esferillas de átomos más pequeños, de silicio, aluminio, sodio, potasio o calcio, que llenan los espacios vacíos. Tan esenciales son estos minerales como componentes de las rocas ígneas -las más abundantes de la corteza terrestre- que éstas se clasifican según el tipo y la cantidad de feldespatos que contengan. Ortosa, albita, anortita, oligoclasa y labradorita son algunos nombres de los diferentes feldespatos que el aficionado a la mineralogía puede encontrar en el campo.
No sólo la naturaleza emplea estos minerales con profusión; los humanos no nos quedamos atrás. La fabricación de la cerámica -que se hace con mezclas de caolín, cuarzo y feldespatos- es el uso mayoritario que les damos. El escritor lamenta desconocer casi todo sobre los maravillosos artículos de cerámica y porcelana que se han construido en el pasado y se fabrican en la actualidad en el mundo; apenas puede citar algunas porcelanas de Sèvres o de Limoges, y las estatuas del ejército de terracota, que modelaron los chinos hace dos milenios.

sábado, 17 de junio de 2023

Paracetamol


El escritor, lector habitual de revistas científicas, siempre se sorprende cuando se entera que alguna de las sustancias habitualmente usadas por los ciudadanos perjudica su salud. Lo explicaré con más detalles. Casi una de cada siete parejas que desea tener descendencia no ha podido concebir un hijo, aunque hayan tenido frecuentes relaciones sexuales durante más de un año. En la mayoría de ocasiones se atribuye la dificultad a la mujer; errada presunción pues el impedimento debe imputarse a la infertilidad masculina en la mitad de los casos; porque la calidad del semen en los hombres de los países occidentales, medida por el numero de espermatozoides, ha disminuido en los últimos decenios: las cifras oscilan en torno a un cincuenta por ciento. No me sorprendió comprobar que conocidos disruptores hormonales, como los bisfenoles y ftalatos, que contienen los plásticos, o las dioxinas policloradas, presentes en las incineraciones de residuos, intervengan en el deterioro de la fertilidad masculina; pero no imaginaba que el paracetamol, el más habitual analgésico comercializado, perjudicase a la fertilidad tanto como las sustancias anteriores. Y no se trata de una elucubración sin fundamento, sino de un riguroso estudio científico efectuado por un equipo dirigido por el profesor Andreas Kortenkamp; quien publicó, en el año 2022, el resultado de sus investigaciones con el sugerente nombre de “Exposiciones combinadas a bisfenoles, dioxinas policloradas, paracetamol y ftalatos como impulsores del deterioro de la calidad del semen”. 
Los científicos hicieron la primera evaluación del riesgo que entraña para la salud reproductiva masculina combinaciones de veintinueve sustancias químicas; incluyeron entre ellas compuestos que son antagonistas de la testosterona o que impiden su síntesis o que interfieren de alguna manera con la acción de la hormona masculina. Los sujetos analizados experimentaron exposiciones combinadas a nueve productos químicos que excedieron el valor, calificado como índice de peligro, en más de cien; la mediana marcó diecisiete. ¿Qué sustancias tienen la insana primacía? El bisfenol fue quien más contribuyó al índice de peligro, seguido de las dioxinas policloradas y el ftalato; el paracetamol también se halla entre los nueve culpables de aportar considerable riesgo a sus usuarios. La conclusión fundamental que se deduce del citado estudio es que los sujetos estudiados (casi cien europeos) superan gravemente la exposición a sustancias que deterioran la calidad del semen. El colofón resulta ineludible: se necesita disminuir la exposición a tales productos para atenuar los riesgos de infertilidad masculina. 

sábado, 10 de junio de 2023

Peligrosa explosión estelar


Los observadores que, en el hemisferio sur, miren al cielo verán Eta Carinae, la estrella más enigmática y, quizá, más peligrosa.
Eta Carinae -estrella binaria formada por Eta Carinae A y Eta Carinae B, su hermana menor- brilla cinco millones de veces más que nuestro Sol y es muy inestable; vertiginosos cambios en su brillo nos indican que está al borde de la autodestrucción. Su inusual comportamiento se debe a su enorme masa, cien veces la del Sol, y a que quema tan rápido su combustible, que la energía lumínica producida expulsa o agita sus capas exteriores.
En el año 1677 se catalogó como una estrella corriente, apenas visible; durante el siglo y medio siguiente su brilló aumentó y disminuyó repetidas veces; hasta que en 1843 se convirtió en la segunda estrella más brillante del cielo, superada por Sirio, que está mil veces más cerca; a continuación se desvaneció de nuevo en la oscuridad. ¿Qué sucedió? En Eta Carinae había estallado una enorme burbuja de dos lóbulos de gas brillante, llamada nebulosa Homúnculo, que, incluso hoy, pueden verse. La cantidad de material expulsado es suficiente para hacer varios soles, pero para Eta Carinae fue sólo un estallido en su corta y violenta vida.
La mayoría de las estrellas viven miles de millones de años, no las estrellas masivas, que agotan su combustible en uno, o unos pocos millones de años; todas éstas últimas terminan igual: como supernovas, gigantescas explosiones de estrellas que dispersan sus restos por la galaxia. No obstante, Eta Carinae es un caso tan extremo que existe otra posibilidad de óbito: como una hipernova, cuyo brillo, en su apogeo, eclipsa a la galaxia. Resulta difícil describir la violencia del suceso; si estuviera cerca acabaría con la vida terrestre. Afortunadamente está lejos, la luz que emite tarda siete mil quinientos años en llegar, aún así la enorme cantidad de radiación electromagnética de alta energía todavía daña no tanto a los humanos, protegidos por la atmósfera, como a los satélites y astronautas. 
En 1998, de repente, sin advertencia previa, Eta Carinae duplicó su brillo durante año y medio. ¿Qué pasó? Nadie lo sabe. Los astrónomos, como los geólogos que observan a un volcán que tiembla, esperan. Eta Carinae podría estallar en cualquier momento, o continuar arrojando gas hasta el día, quizá mañana, quizá dentro de miles de años, que explote: será la explosión más violenta que los ojos humanos hayan presenciada.

sábado, 3 de junio de 2023

La enfermedad del trébol dulce y el sintrom

 
Nos situamos en el 1943, año en el que Henrik Dam recibió el premio Nobel de Medicina. ¿Su mérito? Descubrió la vitamina K, molécula que activa proteínas imprescindibles para la coagulación de la sangre; hoy se sabe que la vitamina K también es necesaria para tener los huesos sanos. Las hojas verdes de las hortalizas contienen vitamina K1, las bacterias intestinales producen la vitamina K2; las vitaminas K3, K4 y K5 son sintéticas.
Retrocedamos a principios del siglo XX; en esa época algunos granjeros canadienses y norteamericanos lamentan que su ganado vacuno muera debido a hemorragias. Un veterinario, Frank Schofield, postula que el deceso se debe a la alimentación, a que los animales comen trébol dulce (Melilotus) con moho. Para comprobar su teoría alimentó a unos conejos con heno seco y a otros con heno húmedo: éstos últimos murieron, como las vacas. Sin embargo, la comunidad científica ignoró su descubrimiento. Otro veterinario, Lee M. Roderick, descubrió que prevenía la enfermedad si evitaba que el ganado comiese forraje con moho; y si ya lo habían comido, la transfusión de sangre de una vaca sana salvaba a la res enferma.
Demos otro salto en el tiempo. Por casualidad, el químico Karl Link se entera de las dificultades económicas que pasan los granjeros a quienes se les muere el ganado por hemorragias; y se propuso aislar el agente coagulante que tenia el trébol dulce con moho. Lo hizo; pero la historia continúa porque Link se planteó la posibilidad de utilizar el compuesto recién identificado, llamado dicumarol, o alguno similar, como raticida; así descubrió la warfarina, un potente veneno para matar ratas y ratones. A todo esto, los médicos habían experimentado con el dicumarol como anticoagulante en los humanos, pero no habían quedado satisfechos con los resultados. El azar, de nuevo, jugó un destacado papel; pues un recluta norteamericano quiso suicidarse con el raticida; internado en un hospital porque la warfarina no conseguía matarlo, y tratado por Link con vitamina K, se recuperó. El caso sirvió para que la warfarina se convirtiera en un anticoagulante usado para prevenir las trombosis; pero no se generalizó su empleo hasta que el presidente de Estados Unidos, Dwight Eisenhower, sufrió un infarto de miocardio y se trató con la warfarina. No se detuvo la investigación; hoy se usa otro compuesto similar, el popular sintrom (acenocumarol), para el tratamiento de las trombosis.