sábado, 25 de febrero de 2023

Propiocepción


En el año 2020 la UNESCO incluyó al Taichi Chuan en el listado de Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. ¿Por qué? En el pasado el Taichi era un arte de lucha cuerpo a cuerpo, en el presente se le considera una práctica física, útil para mejorar la calidad de vida y provechosa para la salud. Sus practicantes ejecutan ejercicios de tal manera que las posturas que toman y los movimientos que realizan constituyen una secuencia fluida en la que resulta esencial la suavidad: no hay ejercicios de fuerza o rapidez, al contrario, se exige que los movimientos se efectúen de forma lenta, relajada, con un mínimo de fuerza. Vi varios vídeos para conocer la práctica y me entusiasmó la armonía y el equilibrio que mostraban sus practicantes. Asombrado ante tal destreza, me pregunté entonces cómo se las arregla el cerebro humano para adquirir información sobre la situación y el movimiento de cada una de las partes del cuerpo.
Un animal necesita, para vivir, información acerca de su medio interno y del ambiente externo; información que llega al sistema nervioso central a través de neuronas conectadas a los receptores sensoriales; receptores que convierten una señal -externa o interna- en descargas eléctricas en las neuronas. Propiocepción es una extraño vocablo que atañe al sentido que informa al cerebro sobre la posición y el movimiento de todos los músculos, tendones, ligamentos y articulaciones. La sensación de posición estática nos indica la situación de una parte del cuerpo respecto a la otra (o sea, el conocimiento de dónde tenemos una mano, sin necesidad de mirarla); la sensación de posición dinámica (también llamada cinestesia) nos revela el movimiento (nos permite pasear sin necesidad de estar pendientes de donde hemos colocado los piernas). El sistema propioceptivo adquiere su información de un conjunto de receptores musculares y articulares (entre ellos el huso muscular y el órgano tendinoso de Golgi) distribuidos por todo el organismo; receptores que son terminaciones de neuronas que responden a la tensión muscular, a la longitud del músculo y al movimiento y posición de los tendones y ligamentos. ¿Cómo? Las terminaciones nerviosas responden al estímulo mecánico -un alargamiento o un cambio de posición- permitiendo el paso de iones positivos hacia su interior; cuando tal flujo crece y llega a un tope, genera un impulso nervioso (una pequeña corriente eléctrica) que se propaga por la neurona hasta la médula espinal y de ésta al cerebro.

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