sábado, 13 de noviembre de 2021

Los átomos y Richard Feynman


Al aficionado a la ciencia le recomiendo efusivamente la lectura del libro ¿Está Vd. de broma, Sr. Feynman?; quien lo lea disfrutará del relato de las aventuras de un curioso personaje: escandaloso, chocante, empero cálido y muy humano. Richard Feynman, considerado el físico más influyente desde Albert Einstein, nos intenta transmitir su pasión por la ciencia: la fuente de felicidad a lo largo de toda su vida. El libro nos permite disfrutar del reto, la excitación y la hondura de gozo que produce la comprensión científica del mundo. ¿Cuál es el enunciado que contiene la mayor cantidad de información en la menor cantidad de palabras, para este Nobel de Física? "Creo que es la hipótesis atómica, que todas las cosas están hechas de átomos: pequeñas partículas que tienen un movimiento perpetuo, atrayéndose entre sí cuando están a poca distancia, pero repeliéndose cuando se les trata de apretar una contra la otra". 
No cabe duda que en esta frase hay una enorme cantidad de información sobre el mundo, cuando se aplica un poco de imaginación. Si sabemos que toda la materia está hecha de átomos en perpetuo movimiento, podemos empezar a entender fenómenos como la temperatura, la presión y la electricidad. Todos ellos tienen que ver con la velocidad a la que se están moviendo los átomos y cuántos o cuáles lo están haciendo. Eso nos conduce a descubrir la fuerza de los gases, los patrones climáticos y a inventar cosas como los motores térmicos, los teléfonos y la producción de luz eléctrica. La parte final de la oración, que se refiere a la manera en la que los átomos interactúan entre ellos (atrayéndose y repeliéndose) nos revela la química. Y una vez que entendemos cómo los átomos se unen y separan para formar moléculas, podemos sintetizar antibióticos y analgésicos, obtenemos fuerza de la explosión de una mezcla de la gasolina con el aire, diseñamos pilas eléctricas o fabricamos cemento y acero, incluso podemos sintetizar las moléculas que son la esencia misma de la vida como los aminoácidos, los carbohidratos y el ADN. Por esto Richard Feynman escogió esa frase como legado para unas criaturas que empezaran de nuevo, si una guerra atómica mundial o una catástrofe global provocaran el colapso de la civilización; o también, digámoslo de una manera más optimista, para despertar el interés de los estudiantes y de los aficionados a la física.

No hay comentarios: