sábado, 3 de abril de 2021

Hexaquarks y materia oscura


A pesar del tiempo que llevan los astrónomos tratando de averiguar el misterio, todavía sigue ignota la respuesta. ¿Dónde se esconde la materia oscura del universo? ¿Dónde está la materia que falta para que el cosmos muestre las características gravitatorias que observamos? El escritor declara su aversión a cualquier nueva partícula pronosticada por las imaginarias y fantasiosas teorías de cuerdas: porque no les atribuye ninguna verosimilitud. ¿Dónde buscar entonces? En los componentes conocidos de la materia: tal vez alguna nueva variedad de leptón o quizá los quarks. Descartada la posibilidad de exóticos neutrinos (una variedad de leptones) porque contradicen las observaciones; abordaré la otra posibilidad, la que estudiaron M. Bashkanov y D. P. Watts, quienes propusieron en 2020 un nuevo candidato que hallaron en el mundo de los quarks. La posibilidad de que la materia oscura derive de los quarks resulta atractiva, porque con estos ingredientes elementales está hecha la materia visible del universo. Si bien hallamos tríos (fermiones) de los quarks ligeros u y d, en los protones y neutrones de los núcleos atómicos; una combinación diferente de los quarks, los hexaquarks (bosones), podría ser candidata para formar la materia oscura; tales partículas hipotéticas contienen, cada una, seis quarks; y constituyen algo semejante a dos protones o neutrones unidos (un dibarión). Antes de continuar con lo que podrían ser inútiles especulaciones aclararé algo: no me refiero a entelequias ¡sabemos que estas partículas existen!: en el año 2014 se detectó un dibarión (un hexaquark uuuddd) denominado d*(2380), que perduró durante diez cuatrillonésimas de segundo.

Declaraba que una posibilidad plausible para formar la materia oscura se basa en el descubrimiento de la partícula d*(2380), constituida por los seis quarks ligeros (uuuddd); cuya estructura, altamente compacta, se predice que es más pequeña que un protón. Con tales partículas (bosones) se podrían formar condensados de Bose-Einstein (un estado de materia, diferente a los tradicionales, en la que puede observarse la superfluidez)  de materia, estables, que se comportan como la materia oscura; condensados que inmediatamente adoptan la forma esférica bajo el efecto de la gravedad constituyendo una estrella de Bose-Einstein; esto significa que las galaxias estaría pobladas por tales hipotéticas estrellas. Y parece que la tasa de producción de los hexaquarks en el universo primitivo pudo ser suficiente para crear la materia oscura presente. Como es lógico, los autores de la teoría han propuesto pruebas astronómicas para confirmar o refutar su existencia. 

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