sábado, 19 de septiembre de 2020

Tintes del cabello


Me sorprendió saber que millones de personas de nuestra sociedad, una de cada tres mujeres y uno de cada diez hombres, se tiñe el pelo. Inmediatamente me asaltaron tres ideas: el inmenso negocio que pueden hacer los fabricantes de los tintes del cabello, la composición de los tintes y la salubridad de sus componentes. 
Fundamentalmente los pelos están hechos de una proteína, la queratina, a la que unos pigmentos, las melaninas, le proporcionan color, distinto según las melaninas presentes; su ausencia, determina el pelo blanco que tienen las personas mayores y los albinos. Tres son los componentes activos de los tintes para la coloración del cabello: el oxidante (se proporciona en un envase), la base y los precursores del color (ambos están en el otro envase). El oxidante -suele ser el agua oxigenada (peróxido de hidrógeno es el nombre químico)- facilita la penetración de los colorantes, oxida y decolora la melanina, y activa los precursores del color para formar el polímero colorante. La base, el maloliente amoníaco (o la etanolamina, inodora, pero no más saludable), hincha las fibras de queratina, lo que facilita la penetración de los colorantes hacia la melanina y actúa sobre el oxidante, descomponiéndolo para que libere oxígeno. Los precursores del color son moléculas incoloras que, al ser oxidadas por el oxidante, proporcionan coloración a la fibra capilar; se trata de mezclas de cuatro o cinco sustancias cuya estructura química consiste en una molécula de benceno que contiene o dos aminas (diaminobenceno o diaminotolueno) o dos hidróxidos (dihidroxibenceno) o una amina y un hidróxido (aminofenol); siendo los más utilizados la parafenilendiamina (PPD), paratoluendiamina, paraaminofenol y resorcinol. Uno de ellos, el PPD, que contienen la mayoría de los tintes, se vuelve negro al oxidarse; con otros, se obtienen los demás colores. Merece un breve comentario el riesgo para la salud que conllevan estas sustancias. El PPD (molécula que puede aparecer en la etiqueta con más de media docena de nombres distintos) y los compuestos similares son potentes alérgenos, también producen asma, cataratas, anemia y daños en el hígado y riñón. 
Además de los componentes activos, el tinte suele contener otras sustancias: detergentes como el nonilfenol u octilfenol; perfumes como los ftalatos; y conservantes como los parabenos y sustancias productoras de formaldehído como la dimetildimetilhidantoína (DMDM), imidazolidinil urea y diazolidinil urea. Infórmese bien el entendido lector porque entre ellas hay algún disruptor hormonal e, incluso, algún agente cancerígeno. 

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