Los
físicos llaman materia oscura a un tipo de materia que no es materia
ordinaria; su nombre hace referencia a que ni emite ni interacciona
con la luz o cualquier tipo de radiación electromagnética.
Corresponde al ochenta por ciento de la materia del universo; de la
densidad de energía total que hay en el cosmos, se puede observar
directamente con telescopios sólo el cinco por ciento, la materia
oscura forma el veintitrés por ciento, la energía oscura constituye
el setenta y dos por ciento restante. Y creemos que la mitad de la
materia ordinaria todavía no se ha detectado: todas las estrellas,
galaxias y gas observables reúnen la mitad del total de los protones
y neutrones que, se supone, debe haber.
Disponemos
de cinco clases de pruebas para creer en la existencia de la materia
oscura. Fritz Zwicky, en el año 1933, calculó que necesitaba una
masa invisible para mantener unido un cúmulo de galaxias (el Cúmulo
de Coma); acuñó el término materia oscura para referirse a ella.
Al estudiar la galaxia de Andrómeda, Vera Rubin y Kent Ford hallaron
que la velocidad de las estrellas se mantiene constante, sin importar
cuán lejos del centro galáctico se encontrasen, en vez de disminuir
al acercarse al exterior; esta observación (y otras similares)
sugiere que la galaxia contiene más masa que la visible. La
anisotropía de la radiación cósmica de fondo de microondas puede
explicarse si existe materia oscura. El Cúmulo
de Bala
está compuesto por dos
cúmulos de galaxias que han chocado y, como consecuencia, se han
mezclado; se
ha ubicado
la masa del cúmulo después del choque usando dos métodos, los
rayos X y las lentes gravitacionales; la ausencia de coincidencia en
los resultados puede
explicarse si existe más materia que la visible. Cuando se
crea un mapa de todas las galaxias del universo (llamando a los
cúmulos de galaxias estructuras de gran escala) se observan patrones
que no serían posibles si sólo existiera la materia visible: la
materia oscura nos proporciona una explicación de la formación de
estructuras a gran escala. Sin la menor duda afirmo que la existencia
de la materia oscura no es una hipótesis carente fundamento.
Sin embargo, la composición de la materia oscura se desconoce: puede incluir neutrinos, otras partículas elementales desconocidas, estrellas enanas, planetas y nubes de gas y polvo no luminosas. Su determinación es una de las cuestiones más importantes de la cosmología moderna.
Sin embargo, la composición de la materia oscura se desconoce: puede incluir neutrinos, otras partículas elementales desconocidas, estrellas enanas, planetas y nubes de gas y polvo no luminosas. Su determinación es una de las cuestiones más importantes de la cosmología moderna.
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