sábado, 10 de agosto de 2019

Imagen de un agujero negro



     Cualquier aficionado a la astronomía sabe qué es un agujero negro: una región del espacio en cuyo interior existe una masa lo suficientemente grande como para generar una atracción de gravedad tal que ninguna partícula, ni siquiera la luz, puede escapar. Ahora bien, ¿qué aspecto tiene? En 2019 los astrónomos consiguieron la primera imagen del área alrededor de un agujero negro; y la publicaron, en concreto, la que hay en el centro de la galaxia M87. Solos, los agujeros negros son eso, negros, pero estos atractores monstruosos están rodeados de gases brillantes; por eso en la fotografía publicada, la región central oscura no es el horizonte de sucesos, sino la sombra del agujero negro, es decir, la región central de emisión de gases oscurecida por el agujero negro central. Al observar esta sombra, el telescopio del horizonte de sucesos (ETH) reforzó la evidencia de que la teoría de la gravedad formulada por Einstein funciona, incluso en las condiciones más extremas, y mostró pruebas que M87 tiene un agujero negro central de unas seis mil millones de masas solares.
     El curioso lector seguro que ya se ha preguntado por el significado del horizonte de sucesos de un agujero negro. La enorme gravedad del agujero negro origina una singularidad en su centro, singularidad que ocupa una región minúscula, casi un punto, donde se acumula toda la materia y tiene una densidad infinita; pues bien, una superficie cerrada, llamada horizonte de sucesos envuelve la singularidad. Se trata de una superficie esférica imaginaria que rodea al agujero negro; nada, ninguna partícula exterior de materia que atraviese tal frontera vuelve a salir de ella, ni siquiera la luz o cualquier tipo de radiación; con todo, si alguno de nosotros cayéramos en un agujero negro, en el momento de atravesar el horizonte de sucesos, nada notaríamos, ya que se trata de una frontera imaginaria. Por esta razón resulta imposible establecer qué le ocurre a la materia una vez que rebasa el horizonte de sucesos hasta que colapsa en la singularidad del agujero negro.
     Los astrónomos conjeturan que en el centro de la mayoría de las galaxias hay agujeros negros supermasivos; por ello a nadie extrañará que las observaciones futuras del ETH se orienten a la exploración del agujero negro que hay en Sagitario A*, en el centro de nuestra galaxia, la Vía Láctea. Esperemos que pronto podamos contemplarlo.

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