sábado, 16 de marzo de 2019

Australia hace cuarenta y cinco mil años


Muchos animales afroasiáticos, incluidas todas las especies de Homo, no pudieron atravesar el mar para llegar a Australia y América; por ello su fauna evolucionó de forma autóctona durante millones de años, adoptando formas diferentes. Hasta hace cuarenta y cinco mil años. En esa época los sapiens construyeron barcas, aprendieron a gobernarlas y colonizaron Australia. En el continente encontraron canguros gigantes de dos metros y doscientos kilos, leones marsupiales del tamaño de tigres, koalas gigantes y diprotodontes -gigantescos uombats marsupiales- de dos toneladas y media, aves ápteras tan grandes como dos avestruces, lagartos con aspecto de dragón y serpientes de cinco metros. En pocos milenios, veintitrés especies terrestres grandes (que pesaban más de cincuenta kilos), de las veinticuatro originales, se extinguieron; también desaparecieron numerosas especies pequeñas. Fue la transformación más importante del ecosistema australiano en millones de años. ¿Quién la promovió?
Los sapiens llegamos a Australia cuando se produjo la extinción. ¿Acabamos nosotros con la fauna? ¿O acaso la coincidencia se debe al azar? Vamos a buscar otros posibles culpables. ¿El clima? La fauna australiana resistió con éxito a todas las glaciaciones y ciclos de enfriamiento y calentamiento que han ocurrido en el último millón de años. Si la extinción australiana fuera un acontecimiento aislado nos concederíamos el beneficio de la duda; pero el registro histórico demuestra que el Homo sapiens es un despiadado asesino ecológico: cada vez que los humanos colonizamos una isla (alejada del continente) sucede una extinción masiva, parecida a la que diezmó la megafauna australiana. Así ocurrió en la isla ártica de Wrangel: su población de mamuts prosperaba hace diez mil años, cuando en el resto del mundo los mamuts habían desaparecido; llegaron los humanos hace cuatro mil años, entonces se extinguieron.
¿Cómo es posible que el sapiens, armado con la tecnología del paleolítico, pudiese causar tal desastre? Primer argumento: los animales grandes se reproducen lentamente y es probable que fuesen fáciles de cazar, pues no habían aprendido a huir de unos endebles simios, aparentemente no peligrosos. Segunda prueba: cuando llegaron a Australia, los humanos, mediante el fuego, convirtieron bosques en praderas más adecuadas a sus necesidades; los Eucaliptos, extraordinariamente resistentes al fuego y raros en Australia hace cuarenta y cinco mil años, proliferaron después de nuestra llegada. Tercera evidencia: los cambios climáticos quizá desestabilizaron los ecosistemas australianos que, en circunstancias normales, se habrían recuperado, como habían hecho antes, pero los humanos les proporcionaron el golpe fatal.

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