Hay
gente que se anima a saltar desde un puente atado a una cuerda y a esa
actividad la califica como deportiva. Aunque no comparto la afición ni la
calificación, sí puedo añadir que durante el tiempo de vuelo, los practicantes
se hallan en estado de ingravidez, el mismo en el que permanecen los
astronautas en órbita; sólo que en el primer caso las condiciones de la caída
me parecen más dramáticas… y a menudo lo son para quienes no midieron con
exactitud la cuerda que los sostiene.
Antes
de contestar a la pregunta del título aclararé qué significa el peso de una
persona o de un objeto cualquiera y lo diferenciaré de la masa; la segunda se
refiere a la cantidad de materia que contiene un cuerpo, el primero a la fuerza
de gravedad con la que lo atrae la Tierra o cualquier planeta; en consecuencia,
nuestra masa permanece invariable, aunque nuestro peso en la Luna alcanza la
sexta parte que en la Tierra, en Marte el treinta y ocho por ciento y en
Júpiter algo más del doble. A pesar de su definición, no es la atracción
terrestre lo que cualquiera de nosotros experimentamos como peso, sino la
fuerza de reacción del piso, o de la superficie sobre la que nos apoyemos, que
contrarresta la fuerza de la gravedad. Hecha la aclaración, ya puedo declarar
que existe fuerza de gravedad tanto en la superficie del planeta como en cualquier
órbita; concretamente, en la estación espacial, a cuatrocientos kilómetros de
altura, la fuerza de gravedad alcanza el ochenta y ocho por ciento del valor en
la superficie; para que disminuyera hasta el uno por ciento habría que alejarse
sesenta mil kilómetros, algo más de un sexto de la distancia que nos separa de
la Luna.
El
astronauta que flota tiene peso, es atraído por la gravedad; la dificultad para
entender el fenómeno consiste en distinguir entre ausencia de gravedad y
sensación de ingravidez. La ingravidez es la sensación que se percibe cuando
sólo actúa la fuerza de la gravedad y no hay fuerza de reacción del suelo que
la equilibre. ¿Cuándo sucede el fenómeno? En la caída libre, quienes se tiren desde
un acantilado, por ejemplo, y también cualquier astronauta que permanezca en una
órbita terrestre: el astuto lector ya habrá deducido que cualquier objeto en
órbita está en perpetua caída libre hacia el planeta.
1 comentario:
Estimado amigo
He empleado la palabra correcta. Cualquier objeto que se mueve en una órbita terrestre está cayendo hacia la Tierra, igual que la Tierra está cayendo hacia el Sol, y al caer, ambos objetos describen órbitas circulares (más correctamente, elípticas más o menos excéntricas).
La caída radial hacia la Tierra (hacia abajo, como tú llamas) sólo se produce si el objeto está parado respecto a la Tierra.
Saludos de Epi
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