sábado, 9 de julio de 2016

¿Sucesos científicos revolucionarios?


Admiro profundamente a los eruditos que son capaces de discernir los acontecimientos fundamentales de los accesorios en la sociedad en la que viven; humanistas como Heródoto de Halicarnaso en el siglo V antes de la era cristina o como Ryszard Kapuscinski en el siglo XX; me deleito con la lectura de sus escritos, porque me permiten entender sus épocas; y, por extensión, la diversidad de los humanos. En 2010 los editores de la revista Investigación y Ciencia, presuntos emuladores de ambos sabios, titulaban una serie de artículos “Doce acontecimientos que cambiarían todo”. Creo que exageraban; y los argumentos que uso para hacer esta valoración los hallo en el libro “La rebelión de las masas” de José Ortega y Gasset: se queja el filósofo de la osadía de los especialistas que, conscientes de su conocimiento supremo en su disciplina, pretenden ser sabios en todo.

No me resisto a citar los doce sucesos mencionados. Cuatro de ellos, resultarían apasionantes para los científicos, pero el descubrimiento de dimensiones espaciales extra poco afectaría a los hábitos humanos, tampoco se celebraría fuera de los laboratorios la creación de una bacteria sintética; la superconductividad a temperatura ambiente supondría un ahorro considerable de energía, incluso trenes mucho más rápidos, pero poco importaría a un profano; y de la misma manera que la energía de fisión no afectó al devenir de las sociedades humanas (sí, las bombas atómicas), sucedería lo mismo con la energía de fusión. Las grandes catástrofes, como es lógico, perturbarían la vida civilizada: un conflicto nuclear, el impacto de un asteroide, pandemias mortíferas, grandes terremotos o la fusión de los casquetes polares. No me voy a referir a ellas, porque humildemente considero que sólo tres de los doce sucesos seleccionados afectan a la esencia del ser humano. La construcción de máquinas conscientes nos planteará problemas como: ¿Tendrán derechos las máquinas? ¿Asumiremos que una máquina pueda ser más inteligente que nosotros? ¿Un híbrido máquina-humano será el siguiente paso de la evolución de la inteligencia en nuestro planeta? La clonación de seres humanos llevaría aparejado dilemas jurídicos como ¿Es lícito clonar a alguien? ¿Un millonario o un déspota podrían hacer tantos clones de sí mismo como quisieran? ¿Sería lícito hacer un clon sin cerebro para proporcionar órganos? Por último, si recibiéramos un mensaje de una inteligencia extraterrestre. ¿Sería prudente responder? ¿Quién lo haría? ¿Qué diría?

El lector inteligente ya ha comprobado que oso hacer preguntas a las que no tengo respuesta.

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