sábado, 20 de febrero de 2016

Antioxidantes


Meditaba sobre la ambivalencia del oxígeno: imprescindible para la vida y, al mismo tiempo, grave inconveniente para la industria como causante de la corrosión. La corrosión es más costosa de lo que imaginaba; apenas perceptible en un único artefacto, mundialmente se disuelven unos cinco mil kilos de hierro cada pocos segundos; y no se trata sólo de pérdidas monetarias, la ruptura de una pieza puede causar peligrosos accidentes. El proceso se debe a la reacción del hierro (o del acero) con el oxígeno procedente del aire o disuelto en el agua marina, que lo convierte en óxido. La industria dedica muchos esfuerzos a neutralizarla ¿Sabe el lector que muchos barcos llevan placas de zinc pegadas al casco para evitarla? ¿Sabe que su calentador de agua doméstico contiene una barra de magnesio, que cambiará todos los años, para protegerse del óxido?
En nuestro metabolismo así como en el de los otros animales y en el de los vegetales se presenta la misma paradoja; porque si bien es cierto que las reacciones de oxidación (con oxígeno) son cruciales para la vida, también los es que el oxígeno daña las células produciendo sustancias muy reactivas (tales como radicales libres) que modifican las biomoléculas. Los seres vivos se protegen –igual que la industria- inventando una red de metabolitos y enzimas antioxidantes capaces de prevenir la oxidación (porque anulan a los radicales libres) e impiden el daño al ADN, proteínas y lípidos que componen las células. Sistemas antioxidantes que pueden ser moléculas, como el glutatión, la vitamina C y vitamina E, o enzimas, como la catalasa, la superóxido dismutasa y varias peroxidasas; cantidades bajas de aquéllas o el mal funcionamiento de éstas causa estrés oxidativo, que puede dañar o incluso matar a las células. Efecto que ha sido asociado a enfermedades como los accidentes cerebro-vasculares o las enfermedades neurodegenerativas; sin embargo, todavía se desconoce si el estrés oxidativo es causa o consecuencia de la patología. ¿Qué el lector es un poco aprensivo? Sepa que los antioxidantes se encuentran en el ajo, coliflor, brócoli, berenjena, perejil, cebolla, naranjas, limones, tomates, té, café, romero; sepa también que, aunque algunos ensayos clínicos han suministrado pruebas de que los suplementos antioxidantes proporcionan beneficios para la salud, otros no han detectado ventaja alguna; y no olvide que tanto el defecto como el exceso puede ser dañino.

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