sábado, 21 de noviembre de 2015

¿Existen extraterrestres?


Carl Sagan y muchos astrónomos interpretan el número de estrellas y planetas de nuestra galaxia -unos doscientas mil millones- como una indicación de que la Vía Láctea debería cobijar otras vidas inteligentes. Frank Drake, resolviendo una ecuación propuesta por él, estimó en diez el número de civilizaciones extraterrestres, otros investigadores han dado números mayores. No obstante, Enrico Fermi, en 1950, argumentó que la creencia de que el universo posee numerosas civilizaciones tecnológicas contradice nuestras observaciones que denotan su ausencia evidente. La discrepancia –conocida como paradoja de Fermi- sugiere que o bien nuestros conocimientos o bien nuestras observaciones son defectuosas.

Si somos únicos en nuestra galaxia (hipótesis compartida por el escritor), ¿se trata de una dificultad biológica o astronómica? En 2014 Tsvi Piran y Raúl Jiménez se inclinaban por la segunda explicación. Argumentan que se había subestimado los efectos de las explosiones de rayos gamma; recuerdo al profano lector que este fenómeno, uno de los más violentos del universo, se desencadena, probablemente, cuando una estrella colapsa en un agujero negro o bien cuando chocan dos estrellas de neutrones. Si una erupción de rayos gamma ocurriera en la Vía Láctea y estuviera lo suficientemente cerca y apuntando nuestra dirección –estiman- afectaría a la biosfera. A una distancia de un kiloparsec (el centro de la galaxia se encuentra a ocho) destruiría hasta la mitad de la capa de ozono y su impacto sobre la biosfera podría desatar una extinción en masa.

A pesar que se trata de una contingencia relativamente rara, en una galaxia típica acontece una cada varios millones de años, por eso todas las halladas hasta ahora se han observado fuera de la Vía Láctea, Piran y Jiménez han calculado que existe una probabilidad del cincuenta por ciento de que un fenómeno semejante haya alcanzado la Tierra en los últimos quinientos millones de años; probabilidad que asciende a noventa si el intervalo de tiempo abarca la existencia de nuestro planeta. Pero los investigadores van más allá: deducen que sólo las regiones más externas de las grandes galaxias —como la que ocupa nuestro sistema solar— serían habitables y que la vida sólo habría podido comenzar hace cinco mil millones de años.

Sí, tal vez la mayor parte de la galaxia sea mucho más hostil a la vida de lo que se pensaba hasta ahora y los humanos seamos la primera civilización tecnológica en la Vía Láctea, quizá.

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