La hazaña tecnológica que supuso la licuación del helio en el año 1911 -a doscientos setenta y dos
grados centígrados bajo cero- tuvo una consecuencia inesperada: tres años más
tarde Gerd Holst y Heike Kammerlingh Onnes descubrieron que la resistencia
eléctrica del mercurio se anulaba a doscientos sesenta y nueve grados bajo cero:
habían detectado la superconductividad; los físicos pronto comprobaron que otros metales
presentaban este anómalo comportamiento. ¿Cómo se interpretan estos inapelables hechos? Leon
Cooper, John Bardeen y John Robert Schrieffer idearon una paradójica explicación
que llamamos teoría CBS: la superconductividad de los metales se debe a que los
electrones se agrupan en parejas… a pesar de de que su carga negativa les
impulsa a repelerse. Tales parejas -los pares de Cooper- constituyen una
partícula nueva con un comportamiento diferente al de los electrones sueltos:
ni chocan entre sí, ni con los átomos del medio, ni hay resistencia alguna que
se oponga a su avance. ¿Cómo superan entonces los electrones su repulsión mutua?
Por efecto de un mediador: papel que cumplen los iones positivos que forman el
metal. Un electrón que se mueve desplaza los iones vecinos, hace que vibren, y
las vibraciones (por otro nombre, fonones) crean pequeñas zonas positivas, que
atraen a otros electrones, y actúan como el pegamento que hace posible la formación
de las parejas.
Hasta
no hace mucho el estado superconductor aparecía únicamente por debajo de los
doscientos cincuenta grados bajo cero. ¿Se imagina el tecnólogo lector la
importancia de disponer de cables por los que circule la electricidad sin
pérdidas (que eso significa la resistencia eléctrica nula de los
superconductores) a la temperatura habitual del ambiente? En su afán por sintetizarlos
los investigadores ya han fabricado sustancias superconductoras a ciento
noventa y seis grados bajo cero; que califican de alta temperatura porque
operan a la temperatura en la que el nitrógeno del aire –relativamente barato- está
líquido. La síntesis de estos compuestos han planteado un buen problema a los
expertos: si a estas temperaturas las vibraciones no pueden actuar como pegamento entre electrones, ¿cómo explicar la nueva superconducción? La teoría
cuántica predice la existencia de una atracción entre electrones en ciertas
circunstancias, incluso en ausencia del papel mediador de los fonones. Se
sospecha que tal atracción puede explicar la superconductividad de las
cerámicas Ybco, de algunos compuestos orgánicos, de los superconductores de
electrones pesados y también de los superconductores a temperatura ambiente… si
alguna vez se fabrican.
5 comentarios:
Estimado amigo
Ibco es un material cerámico compuesto: un óxido de ytrio, bario y cobre, que resulta fácil de sintetizar.
Cordiales saludos de Epi
Estimado amigo
La temperatura máxima a la que se logró superconductividad es 135 centígrados bajo cero, muy inferior todavía a la temperatura ambiente.
Saludos
Estimado amigo
Me consta que ya existen cables superconductores de alta temperatura (cables HTS), para el transporte de la electricidad que se enfrían con nitrógeno líquido a un precio asequible.
Saludos
Gracias, esto será el inico de mi ensayo :)
Estimado amigo
1º Todos los electrones en reposo tienen la misma masa.
2º El nombre de electrón pesado se debe a que los electrones responsables de la conducción en ciertos compuestos metálicos se comportan como si tuviesen una masa mil veces mayor.
Saludos
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