Creso,
considerado el hombre más rico de su tiempo, era el rey de Lidia en el VI a. C.
Ante la amenaza de invasión por parte de Ciro, rey de Persia, envió un
mensajero a Delfos para consultar al oráculo sobre el resultado de la guerra. Pronto le llegó la respuesta: “Si conduces un ejército al oriente se destruirá un imperio”. Creso interpretó que le auguraba la victoria; se enfrentó a los
persas en el río Halis y, efectivamente, se perdió un imperio: el suyo.
El
más importante centro religioso del mundo griego antiguo, el poderoso oráculo, moraba
en el templo de Apolo, en Delfos. Generales, comerciantes y políticos
solicitaban consejo al interlocutor de los dioses, a la pitonisa, cuya
inspiración profética la tradición atribuía a los efluvios de un gas que salía
de una grieta del terreno. ¿Tiene alguna consistencia científica esta
explicación? Durante casi todo el siglo XX los científicos la desacreditaron y calificaron de mito la posibilidad que saliesen vapores de una
grieta del suelo en Delfos. Ulteriores investigaciones, a finales del siglo
pasado, muestran que la explicación era extraordinariamente certera: se han
identificado dos fallas geológicas que se cruzan bajo el lugar del emplazamiento
del oráculo; más aún, es muy probable que de los estratos calizos de la zona,
ricos en elementos petroquímicos, emanara gas etileno, que podría haber surgido
a través de las grietas abiertas por las fallas. Ya se ha encontrado el etileno
en las fuentes de la zona, ¿y bien? El etileno, un gas incoloro de olor dulzón,
es el primer gas anestésico descubierto por los científicos: su inhalación produce
insensibilidad y puede causar dolor de cabeza, mareo, fatiga, sensación de
desmayo, confusión y pérdida de conocimiento. Así se explican los trances (por
intoxicación) de las pitonisas.
Pero
la naturaleza siempre nos acaba sorprendiendo. El etileno, el compuesto
orgánico más utilizado en la industria química, también se
halla de forma natural en las plantas: es la fitohormona vegetal responsable de
los procesos de la maduración de los frutos, del envejecimiento de hojas
y flores y de la caída del fruto. El fundamento científico de que una manzana
podrida eche a perder el cesto se halla precisamente en este sencillo compuesto
químico: el etileno que desprende una fruta madura acelera la maduración de las
frutas que la rodean. Comienzo indagando por las causas del trance de las
pitonisas y acabo degustando manzanas. ¡Quién lo iba a decir!
5 comentarios:
Estimado amigo
Contra la fe o la creencia sólo puedo oponer la razón, porque la razón y, en consecuencia, la crítica es el mejor medio con el que contamos para explicar los fenómenos que observamos en el mundo. Cierto, parece ser que los orígenes de la leyenda de una pitonisa embriagada se hallan en las autoridades cristianas que pretendían ridiculizar al paganismo. ¿Y? Lo anterior no altera en nada la explicación que los científicos hemos dado a los trances de las pitonisas.
Saludos cordiales
Epi
Estimado amigo
1º Como tú muy bien dices puedes creer lo que quieras ¡faltaría más!
2º Aclararé algo: una hipótesis científica es una suposición, basada en datos verificables, que permite dar una explicación racional de un fenómeno. Nada más, nada menos.
3º En cuanto a los permanentes cambios te diré que una hipótesis es válida, mientras no se encuentra una mejor; mejor significa que explique más observaciones. Por eso las hipótesis científicas siempre están sujetas a críticas y mejoras. Así es la ciencia. Las teorías de la gravedad, atómica o de la luz, por ejemplo, han ido cambiando y mejorándose a lo largo del tiempo.
Saludos cordiales
Epi
Estimado amigo
Existen libros enteros para explicar en qué consiste el método científico, o mejor los métodos científicos, por lo que es difícil, en unos cuantos párrafos, explicar en qué consiste una teoría científica, aun así intentaré dar algunas ideas al respecto.
Ten presente que una teoría científica es la forma más confiable de conocimiento que existe; en contraste con ese significado el uso coloquial de la palabra teoría se refiere a una suposición.
Una teoría científica se fundamenta en pruebas, explica observaciones, debe ser falsable y tener la capacidad de predicción.
Los científicos elaboramos y usamos teorías no sólo para obtener conocimientos, sino con fines técnicos y médicos.
Saludos cordiales
Epi
Estimado amigo
Según Plutarco (siglo I), cuando la pitonisa entraba al templo inhalaba el vapor que emergía del suelo que le ponía en contacto con Apolo. Esa descripción del historiador heleno tiene la explicación científica que he contado.
Saludos
Estimado amigo
1º En un delicioso artículo de Investigación y ciencia (octubre 2003, páginas 44-51) titulado “El oráculo de Delfos” y escrito por J. Hale, J. Z. de Boer, J. Chanton y H. Spiller puedes leer más sobre la explicación oracular.
2º Los autores reconocen que los griegos de la antigüedad acertaban al atribuir a los vapores procedentes del interior de la Tierra la inspiración de las sacerdotisas.
Saludos
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