En
la penumbra lechosa y húmeda, sentía miedo porque su visión era espantosa, su
presencia, dañina, su contacto, mortal. Bahía Lituya (Alaska), año 1958: un seísmo
derrumbó una montaña generando una pared de agua de quinientos ochenta metros,
la mayor ola registrada. En 1755, un terremoto, cuyo epicentro estaba a ochocientos
kilómetros del extremo sur de Portugal, generó olas de entre seis y veinte metros:
destruyeron Lisboa (setenta mil muertos) y dañaron gravemente la costa suroeste
española (más de dos mil víctimas).
Sí,
un maremoto es básicamente un grupo de olas de gran tamaño -de seis a veinte
metros-, que se propagan a setecientos kilómetros por hora, y están separadas
por intervalos de entre quince y sesenta minutos. Casi siempre (nueve de cada
diez veces) son producidos por un terremoto… casi siempre. Retrocedamos en el
tiempo algo más de tres milenios y medio y ubiquémonos en el mar Egeo: la isla
de Thera (por otro nombre Santorín) así como Creta (a ciento diez kilómetros de
ella) e islas adyacentes forma parte de la rica y poderosa civilización minoica.
Los minoicos no sabían (nosotros sí) que Thera, como las islas Canarias, es una
isla volcánica cuyo volcán está dormido… hasta que deja de estarlo. En el año
1628 antes de la era cristiana (la fecha tiene un margen de error), se produjo
una de las mayores erupciones volcánicas de los últimos milenios; al llegar al
clímax una gigantesca explosión volatilizó la mayor parte de la isla y dejó en
su lugar una laguna de doce por siete kilómetros. La enorme erupción generó un
maremoto cuyas olas, de entre treinta y cinco y ciento cincuenta metros de
altura, asolaron las costas del Mediterráneo Oriental. El polvo emitido por el
volcán –expulsó sesenta kilómetros cúbicos de material- oscureció la atmósfera durante
nueve días en Egipto y medio día en China, y enfrió el clima global.
Los
arqueólogos aseguran que en esta misma época desapareció la civilización
minoica. Hasta aquí los datos. Ahora, una hipótesis: el maremoto destruyó los
principales puertos comerciales minoicos y gran parte de la flota; el agua de
mar y la nube de cenizas malograron los cultivos; la hambruna fue aprovechada
por los enemigos de los cretenses para invadirles. Acabo con una pregunta: ¿la
erupción del Thera originó el mito de la Atlántida –Platón vivió mil doscientos
años más tarde- y el relato bíblico de las Plagas de Egipto? Se non è vero, è
ben trovato.
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