sábado, 24 de agosto de 2013

Feniletilamina: la química del amor


¿Adónde te escondiste,
amado, y me dejaste con gemido?
Como el ciervo huiste,
habiéndome herido;
salí tras ti clamando y eras ido.
Pastores los que fuereis
allá por las majadas al otero,
si por ventura viereis
aquel que yo más quiero,
decidle que adolezo, peno y muero.
        ¿Alguna vez el lector sensible se ha enamorado? Siga leyendo y averiguará las causas químicas de su sentimiento. Además de poesía o sexo, en las reacciones amorosas, como en toda emoción, hay electricidad (los impulsos nerviosos son corrientes eléctricas que se transmiten por las neuronas) y hay química (las células nerviosas sintetizan moléculas mensajeras). Sí, las puntas de las flechas que dispara Cupido están impregnadas de hormonas mensajeras: el enamoramiento sobreviene cuando el cerebro produce la feniletilamina, una sustancia que activa la producción de otras neurohormonas: de dopamina, implicada en las sensaciones de deseo y que nos hace repetir lo que nos proporciona placer; de oxitocina, que se produce tanto durante un parto como en un orgasmo, y genera una sensación de bienestar que ayuda a afianzar el vínculo entre una madre y su bebé o a forjar lazos entre amantes; y de noradrenalina, que nos vuelve ansiosos y faltos de apetito. Estos compuestos hacen que los enamorados se sientan satisfechos, estén eufóricos y excitados, puedan permanecer noches enteras conversando o dedicados al sexo, sin sensación alguna de cansancio o sueño; en definitiva, necesitan al amado porque les proporciona placer; a quienes comparan el enamoramiento con una adicción a una droga no les falta razón.
¿Existen pruebas de esta singular teoría? Los científicos Donald Klein y Michael Lebowitz hallaron grandes cantidades de feniletilamina en el cerebro de los enamorados. La mala noticia es que la síntesis de esta sustancia tiene fecha de caducidad; tras dos años, más o menos, los efectos desaparecen y la pasión se desvanece. ¡Lástima! Consolémonos, acabada la etapa de atracción comienza una segunda fase, un amor más sosegado; se trata de un sentimiento de seguridad, apego y paz. Este nuevo estado, lógicamente, está asociado a la química de otras neurohormonas, de las endorfinas (la morfina se les parece mucho), probablemente a ellas se debe el sufrimiento por la pérdida del amado: dejamos de recibir la dosis de narcótico.
La pregunta que sin duda ya se hace el astuto lector, qué desencadena la producción de la feniletilamina, nadie sabe contestarla todavía. ¿Tal vez una mirada, quizá un roce, acaso un olor? 

5 comentarios:

C. Armesto dijo...

Estimado amigo

1º La feniletilamina pertenece a la misma familia de sustancias químicas que la dopamina, adrenalina, noradrenalina, efedrina, mescalina, éxtasis y anfetaminas.
2º También se encuentra feniletilamina en el chocolate, y tiene efectos –ligeros- sobre el cerebro, porque casi toda ella es metabolizada antes de llegar al cerebro.

Saludos
Epi

C. Armesto dijo...

Estimado amigo

La cocaína es un estimulante que actúa aumentando la concentración de algunos neurotransmisores en el cerebro, concretamente dopamina, noradrenalina y serotonina. Es intensamente adictiva, provoca daños cerebrales y puede ocasionar enfermedades mentales. Nada tiene que ver con la feniletilamina producida por nuestras células.

Saludos de Epi

C. Armesto dijo...

Estimado amigo

1º Las endorfinas son péptidos elaborados por el cerebro que actúan como neurotransmisores.

2º Hay pruebas para afirmar que la risa, las relaciones sociales, el orgasmo o el consumo de algunos alimentos (picantes y chocolate) generan endorfinas.

Saludos

C. Armesto dijo...

Estimado amigo

1º En nuestro cerebro existen unas moléculas llamadas endocannabinoides que actúan como moduladores neuronales (afectan a las moléculas mensajeras entre neuronas). Intervienen en varios procesos fisiológicos entre los que se encuentran el dolor, la inmunidad, la memoria y el apetito. Las sustancias activas que contienen los productos obtenidos del cáñamo (habitualmente conocidos como marihuana) se parecen químicamente a los endocannabinoides y, por tanto, actúan en los mismos lugares.

2º Dos de los cannabinoides, que contiene el cáñamo (Cannabis) y conviene distinguir, son el cannabinol, que es psicoactivo, y el cannabidiol, que no es psicoactivo. No juzgo la bondad o maldad de ninguna sustancia química. Te puedo indicar que estas sustancias tomadas bajo control médico son beneficiosas; tomadas sin control conllevan un riesgo para la salud; igual que la morfina, magnifico analgésico si es recetada por un médico, peligrosísimo narcótico con intenso síndrome de abstinencia si se toma sin control.

Saludos

C. Armesto dijo...

Estimada amiga

¿Cómo tener feniletilamina sin estar enamorado? La práctica deportiva aumenta la cantidad de feniletilamina; tal vez por eso la actividad física tenga acción antidepresiva (hay consenso entre los expertos sobre esta afirmación).

Saludos