¿Adónde
te escondiste,
amado,
y me dejaste con gemido?
Como
el ciervo huiste,
habiéndome
herido;
salí
tras ti clamando y eras ido.
Pastores
los que fuereis
allá
por las majadas al otero,
si
por ventura viereis
aquel
que yo más quiero,
decidle
que adolezo, peno y muero.
¿Alguna vez el lector sensible se ha
enamorado? Siga leyendo y averiguará las causas químicas de su sentimiento. Además
de poesía o sexo, en las reacciones amorosas, como en toda emoción, hay
electricidad (los impulsos nerviosos son corrientes eléctricas que se transmiten
por las neuronas) y hay química (las células nerviosas sintetizan moléculas
mensajeras). Sí, las puntas de las flechas que dispara Cupido están impregnadas
de hormonas mensajeras: el enamoramiento sobreviene cuando el cerebro produce la
feniletilamina, una sustancia que activa la producción de otras neurohormonas: de
dopamina, implicada en las sensaciones de deseo y que nos hace repetir lo que
nos proporciona placer; de oxitocina, que se produce tanto durante un parto como
en un orgasmo, y genera una sensación de bienestar que ayuda a afianzar el
vínculo entre una madre y su bebé o a forjar lazos entre amantes; y de
noradrenalina, que nos vuelve ansiosos y faltos de apetito. Estos compuestos
hacen que los enamorados se sientan satisfechos, estén eufóricos y excitados, puedan
permanecer noches enteras conversando o dedicados al sexo, sin sensación alguna
de cansancio o sueño; en definitiva, necesitan al amado porque les proporciona
placer; a quienes comparan el enamoramiento con una adicción a una droga no les
falta razón.
¿Existen
pruebas de esta singular teoría? Los científicos Donald Klein y Michael
Lebowitz hallaron grandes cantidades de feniletilamina en el cerebro de los
enamorados. La mala noticia es que la síntesis de esta sustancia tiene fecha de
caducidad; tras dos años, más o menos, los efectos desaparecen y la pasión se
desvanece. ¡Lástima! Consolémonos, acabada la etapa de atracción comienza una
segunda fase, un amor más sosegado; se trata de un sentimiento de seguridad, apego
y paz. Este nuevo estado, lógicamente, está asociado a la química de otras
neurohormonas, de las endorfinas (la morfina se les parece mucho), probablemente a
ellas se debe el sufrimiento por la pérdida del amado: dejamos de recibir la
dosis de narcótico.
La
pregunta que sin duda ya se hace el astuto lector, qué desencadena la
producción de la feniletilamina, nadie sabe contestarla todavía. ¿Tal vez una
mirada, quizá un roce, acaso un olor?
5 comentarios:
Estimado amigo
1º La feniletilamina pertenece a la misma familia de sustancias químicas que la dopamina, adrenalina, noradrenalina, efedrina, mescalina, éxtasis y anfetaminas.
2º También se encuentra feniletilamina en el chocolate, y tiene efectos –ligeros- sobre el cerebro, porque casi toda ella es metabolizada antes de llegar al cerebro.
Saludos
Epi
Estimado amigo
La cocaína es un estimulante que actúa aumentando la concentración de algunos neurotransmisores en el cerebro, concretamente dopamina, noradrenalina y serotonina. Es intensamente adictiva, provoca daños cerebrales y puede ocasionar enfermedades mentales. Nada tiene que ver con la feniletilamina producida por nuestras células.
Saludos de Epi
Estimado amigo
1º Las endorfinas son péptidos elaborados por el cerebro que actúan como neurotransmisores.
2º Hay pruebas para afirmar que la risa, las relaciones sociales, el orgasmo o el consumo de algunos alimentos (picantes y chocolate) generan endorfinas.
Saludos
Estimado amigo
1º En nuestro cerebro existen unas moléculas llamadas endocannabinoides que actúan como moduladores neuronales (afectan a las moléculas mensajeras entre neuronas). Intervienen en varios procesos fisiológicos entre los que se encuentran el dolor, la inmunidad, la memoria y el apetito. Las sustancias activas que contienen los productos obtenidos del cáñamo (habitualmente conocidos como marihuana) se parecen químicamente a los endocannabinoides y, por tanto, actúan en los mismos lugares.
2º Dos de los cannabinoides, que contiene el cáñamo (Cannabis) y conviene distinguir, son el cannabinol, que es psicoactivo, y el cannabidiol, que no es psicoactivo. No juzgo la bondad o maldad de ninguna sustancia química. Te puedo indicar que estas sustancias tomadas bajo control médico son beneficiosas; tomadas sin control conllevan un riesgo para la salud; igual que la morfina, magnifico analgésico si es recetada por un médico, peligrosísimo narcótico con intenso síndrome de abstinencia si se toma sin control.
Saludos
Estimada amiga
¿Cómo tener feniletilamina sin estar enamorado? La práctica deportiva aumenta la cantidad de feniletilamina; tal vez por eso la actividad física tenga acción antidepresiva (hay consenso entre los expertos sobre esta afirmación).
Saludos
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