¿Podemos
comprender el tiempo geológico? Cuando los humanos nos enfrentamos a
acontecimientos ocurridos hace millones, o miles de millones de años, somos
incapaces de aprehender tales dimensiones, los números grandes sobrepasan
nuestra imaginación. Para entenderlos y obtener edades más familiares recurriré
a un símil: convertiré cada cien millones de años en un año; de esta manera, la
Tierra, el Sol y los demás planetas del sistema solar tendrían cuarenta y cinco
años de edad; el Universo, con ciento treinta y siete años, sería algo más
viejo.
La
Tierra era muy joven -tenía siete años aproximadamente- cuando apareció la vida
y las primeras bacterias hollaron el planeta. Vivían aisladas, algunas formaban
colonias, en todo caso cada una miraba exclusivamente para sí. Al principio dos
o tres bacterias -quizá alguna más- aprendieron a convivir juntas para formar
una única célula más compleja que llamamos eucariota. Aprender a colaborar,
formar colectividades más o menos grandes resultó una tarea ardua y complicada
para los primeros seres vivos unicelulares: más de veinte años tardaron las
células terrestres en lograrlo; fue así como aparecieron los seres constituidos
con muchas células (que los humanos hemos clasificado como vegetales, hongos y
animales). La evolución y la selección natural continuó, cada nueva generación
incorporaba pequeñas modificaciones que, si contribuían a supervivencia del
individuo, a la larga formaban nuevas especies. Nuestro planeta apenas contaba
con treinta y nueve años cuando aparecen los primeros animales, algo más de un
año después los peces surcan los océanos; cumplidos los cuarenta y tres años de
edad, los dinosaurios y los mamíferos primitivos corren, nadan y vuelan en los
distintos hábitats.
Después
de celebrar el último aniversario de la Tierra quedan cuatro meses para llegar
al presente: los acontecimientos se aceleran. Recién acabada la celebración la
caída de un meteorito provoca la extinción de los dinosaurios. Los primeros
homínidos, todavía simios, pero ya con alguna característica humana, pisan
nuestro planeta cuando faltan veintiún días para alcanzar el presente. Estamos
a punto de llegar, faltan apenas unas horas –concretamente diecisiete- cuando
asoma nuestra especie, el Homo sapiens. La historia de la civilización, los
últimos cinco mil apasionantes años de la humanidad, caben en la última media
hora. Tu vida amigo lector, tus escasos cien años de duración, apenas unos
pocos segundos según esta cronología, es un soplo en la inmensidad del tiempo.
1 comentario:
Estimado amigo
Eón, era, período, época, edad son divisiones del tiempo perfectamente definidas, que emplean los geólogos. La historia de Tierra, por ejemplo, se divide en cuatro eones; el último eón, el fanerozoico, tiene tres eras: paleozoico, mesozoico y cenozoico; la últimas era, el cenozoico, presenta tres períodos, y así sucesivamente.
Saludos
Epi
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