¿Sabe el astuto lector cuál fue la
primera nación americana que se independizó después de los Estados Unidos?
Seguro que no. El occidente de La Española –una isla caribeña- se independizó
de Francia con el nombre de Haití. Contaron con un aliado inesperado para convertirse
en la primera república negra del mundo, y en una de las pocas rebeliones de
esclavos culminada con éxito. Durante la revolución de 1802, más de la mitad de
los soldados franceses muertos no fallecieron a causa de las armas, la
enfermedad los llevó al cementerio. La primera fase de la fiebre amarilla –que
así se llamaba el aliado de los haitianos sublevados- cursa con fiebre elevada,
pasado este período leve, el paciente mejora y los síntomas desaparecen.
Aproximadamente uno de cada seis infectados desarrolla la fase siguiente de la
temible enfermedad, aparecen síntomas como la ictericia (el tinte amarillo de
la piel), las hemorragias y la fiebre, el deterioro hepático o renal termina
con la muerte de la mitad de los pacientes, el resto se recupera sin secuelas.
¿Qué agente biológico, qué asesino silencioso e implacable imita a los humanos
en su vesania? Un virus, causante de devastadoras epidemias en el pasado, que
no ha dejado de actuar en la actualidad, ha provocado doscientos mil enfermos y
unas treinta mil muertes, en el año 2001, en las regiones tropicales de América
y África.
Los americanos que vivieron en los dos
siglos anteriores a 1900 coincidían en que, cuando los habitantes de una ciudad
comenzaban a volverse amarillos a montones y a tener vómito negro, lo único que
podía hacerse era emigrar, porque no había obstáculo que detuviera al asesino
amarillo; el microbio seguía asesinando hasta que harto, dejaba de matar. Hoy sabemos
que un virus, el transmitido por la picadura de la hembra del mosquito Aedes
aegypti, es el responsable de tanta desgracia. También sabemos que, aunque no
existe un tratamiento específico, existen dos formas de prevención: o bien hay
que vacunarse o bien hay que evitar la picadura de los mosquitos. La vacuna es
la medida más eficaz contra el contagio, que recomienda la Organización Mundial
de la Salud a cualquier viajero que salga de las áreas urbanas de América
Central, América del Sur y África Subsahariana. A quienes prefieran el segundo
remedio les recordamos que el mosquito abunda en zonas alrededor del agua
estancada limpia, y que sólo pica durante el día. ¡Protéjanse!
1 comentario:
Estimado amigo
Aedes aegypti es el mosquito portador de la fiebre amarilla, del virus del dengue, del chikunguña, Zika y Mayaro; es difícil encontrar otro animal que transmita tantas y tan peligrosas enfermedades para la humanidad. Afortunadamente para los europeos, no vive por encima del Sahara.
Saludos
Epi
Publicar un comentario