Los
protagonistas del libro “El psicópata. Un camaleón en la sociedad” escrito por
el psicólogo Vicente Garrido me han impresionado. Los psicópatas se
caracterizan por su carencia de empatía, por su incapacidad para ponerse en el
lugar de otro, por su falta de remordimientos. Egocéntricos y superficiales,
impulsivos e irritables son personas crueles que disfrutan con la extorsión y
el abuso; lo hacen porque su objetivo es el control de quienes les rodean en su
propio beneficio. El psicópata, gracias a su astucia, es el manipulador por
excelencia. Estas características nos impulsarían a alejarnos de ellos, si no
fuera por su habilidad para seducir, por su encanto y persuasión. El psicópata
conoce la diferencia entre el bien y el mal, las normas y las leyes, pero no le
importan; como no le afecta el dolor o el sufrimiento que causa en los demás,
para él lo único relevante es conseguir sus fines. Sin arrepentimiento ni
sentimiento de culpa, sin miedo ni ansiedad: son depredadores perfectos. ¿Se
trata de enfermos mentales? No, únicamente tienen limitadas sus emociones. Su
normalidad aparente los vuelve difíciles de reconocer, y más peligrosos.
Afortunadamente existen distintos grados; y no todos desarrollan conductas
violentas o terminan convirtiéndose en criminales, aun así, sería preferible no
tener a uno como jefe, padre o cónyuge.
Y
son incorregibles. “Se ha intentado todo, pero nada hay que funcione”. ¿El
mejor consejo? Mantenernos lo más lejos posible de ellos. Si queremos
protegernos el mayor inconveniente es pensar que son iguales a nosotros. Más
allá de las mentiras, manipulaciones y argucias, la dificultad al enfrentarnos
con los psicópatas reside en nuestra incapacidad para creer cómo son; que no
les importamos y que sólo nos ven como objetos, instrumentos para conseguir sus
fines o saciar sus ansias egocéntricas. Si buscamos esa bondad escondida o
intentamos encontrar la explicación de su comportamiento… nos convertimos en
una presa fácil, porque ellos se aprovechan. "En cierto sentido los psicópatas
juegan con ventaja. Presumen (muchas veces correctamente) que no vamos a creer
que ellos son así. Que buscaremos alguna lógica, algo que pueda ayudarnos a entender
la sinrazón. Pero mientras tanto ellos actúan". "El problema no
estriba en que su razonamiento lógico esté dañado. La lógica existe, aunque sea
perversa".
En
España hay casi un millón de psicópatas, más de un dos por ciento de la
población. Eso significa, querido lector, que durante tu vida te has
relacionado o te vas a relacionar con un par de ellos. ¿Ya puedes ponerle
nombre a alguno?
1 comentario:
Estimada amiga
1º No me refiero a interpretaciones más o menos acertadas de los psicólogos, sino a observaciones tomadas con un aparato; la corteza cerebral de los psicópatas proporciona respuestas anormales, detectadas con un escáner.
2º Un psicópata no debe considerarse un enfermo, sino un ser anormal con una estructura mental diferente (según el Dr. Marietan).
Cordialmente
Epi
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