sábado, 25 de octubre de 2008

Ionización del aire: eléctricos consejos para mejorar el ánimo


Quienes disfrutamos caminando por los senderos de montaña o por la costa cerca del mar sentimos, al acabar el paseo, la mente despejada, el ánimo levantado y el espíritu alegre, notamos que una sensación de alivio y bienestar ha invadido nuestro cuerpo. Aunque nunca me había preguntado por la causa de esta felicidad psicológica, hace poco he sabido que los fisiólogos han comprobado, sin asomo de duda, que la ionización del aire influye en el estado de ánimo. Interrumpo el discurso para aclarar que el aire contiene átomos neutros, átomos cuyos electrones externos, ligeros, pueden desprenderse de uno e ir a otro, creándose así iones: positivos los que pierden y negativos los que ganan. Así pues, el aire siempre tiene iones y la misma cantidad de negativos que de positivos, un equilibrio que puede alterarse por diferentes causas. Retomo el hilo del relato para indicar que el cerebro, dependiendo de la cantidad y la clase de los iones del aire, libera más o menos moléculas que alteran los estados de ánimo. Han leído bien, moléculas que intervienen en el funcionamiento del sistema nervioso; se trata de las neurohormonas, unas sustancias que usan las neuronas para comunicares entre sí. Los biólogos han averiguado que los iones negativos del aire ejercen una acción sedante, y los físicos, que esos iones abundan en el campo, en la costa y en las proximidades de los movimientos del agua -al lado de las cascadas, por ejemplo-, y que un ionizador casero también los produce. Dejamos para el final anunciar que el aire también puede contener iones positivos, y que éstos, lamentablemente, producen estados depresivos, cansancio, irritabilidad e insomnio; abundan en el aire de las ciudades, en la atmósfera con polvo o en la cercanía de los aparatos eléctricos. Los meteorólogos saben que, antes de una tormenta, predominan los iones positivos en la atmósfera, que inquietan a los animales, especialmente a los insectos; y que, cuando ha pasado la borrasca, el aire se llena de iones negativos e irrumpe la calma: el observador atento sentirá que la agresividad y ansiedad también han huido.
Estimado lector que entretienes tu tiempo en estas páginas, cuando te atrape el malhumor, no lo desahogues con tus amigos, compañeros o parientes, atribúyelo, algunas veces, al ambiente y acertarás; y si quieres mejorarlo, trasládate a la montaña o acércate al mar. Me agradecerás el consejo.

1 comentario:

C. Armesto dijo...

Estimada amiga

Las nubes de tormenta son las baterías que ponen en marcha el circuito terrestre global. Cargan la ionosfera con electricidad positiva y el suelo negativo; aunque debajo de una nube de tormenta (cima de la nube positiva, bajo negativo) el suelo es positivo.