Sugiero al perspicaz lector que busque
en Google energía negativa. ¿Ya lo ha hecho? Si el lector es aficionado a la
ciencia, -tiene que serlo si está leyendo estas páginas-, inmediatamente
calificará como supersticiones los distintos títulos que encuentra en la red:
¿Cómo sacar la energía negativa de tu hogar? Consejos para transformar la
energía negativa en fuerza positiva. Si últimamente sientes cómo tu dulce
vivienda, más que de dulzura, está repleta de energía negativa, no recurras a
un exorcista intenta… No recurro a más citas porque el asunto que voy a
comentar no guarda ninguna relación con esas fantasías, aunque tiene el mismo
nombre.
Antes de continuar con el discurso debo
aclarar que los efectos de la energía negativa se han observado en los
laboratorios, lo que equivale a asegurar que existe; y nada tienen que ver con
la energía oscura que produce la expansión del universo, tampoco podemos
confundirla con la antimateria, ni con la materia oscura. ¿Puede una región del
espacio tener menos energía que nada? El sentido común nos dice que no, que se
trata de un sueño de la razón, pero la física cuántica tiene una habilidad
especial para confundir la intuición. La energía cero corresponde al vacío
(esta aseveración parece lógica); pero ya dije en otro lugar que el vacío
presenta fluctuaciones (las partículas fantasmales –quiero decir virtuales-
aparecen y desaparecen espontáneamente en él); cabe entonces hacerse la
siguiente pregunta ¿qué sucederá en el vacío si logramos reducir las fluctuaciones?
La contestación no ofrece duda: tendrá menos energía de la que tiene
normalmente, es decir, tendrá una energía menor que cero. No necesitamos argüir
mucho para predecir que semejante posibilidad debe tener consecuencias inauditas;
cuando el espacio-tiempo se deforma con energía negativa pueden volverse
posibles fenómenos tan raros como los agujeros de gusano: extraordinarios
túneles que conectan este (u otro) lugar del espacio con una región remota del
universo, lo que equivale a señalar que puede construirse un atajo que enlace dos
galaxias alejadas millones de años luz, y que puede atravesarse. Pero
¡atención!, cuando los físicos oyen hablar de semejantes posibilidades se le
saltan todas las alarmas, se remueven inquietos en sus asientos, sienten que el
escepticismo les rezuma por todos los poros de la piel, y… se van de paseo a
despejar la mente, demasiado calenturienta.
1 comentario:
Estimado amigo
No se trata de especulaciones, sino de fenómenos reales. En 1948, el físico Hendrik Casimir mostró que dos placas metálicas paralelas colocadas en el vacío se atraían; atribuyó la causa de la atracción a que la densidad de energía entre las placas era negativa y ello provocaba una presión de atracción. El efecto se ha medido en el laboratorio (para detectar presiones considerables la distancia entre las placas debe medirse en nanómetros).
Publicar un comentario