Durante
muchos siglos los alquimistas pretendieron descubrir la piedra filosofal, una
piedra de poderes mágicos que convertiría en oro los metales, curaría las
enfermedades y otorgaría la inmortalidad. ¡Ahí es nada! Aunque los libros de
historia no lo mencionan –a nadie le gusta aparecer en las crónicas como un
bobo-, el acicate de hacerse rico empujó a muchos ilusos y a no pocos crédulos
gobernantes, a invertir tiempo y una enorme cantidad de recursos en la tarea.
En la actualidad todavía existen personas que, inexplicablemente, creen posible
conseguirla. Confieso mi absoluta incredulidad ante todo lo que signifique
transgredir las leyes de la física; aún así, afirmo que es posible transformar
metales, o cualquier otro elemento, en oro. Leamos cómo convertir plomo en oro.
El plomo está formado por átomos que contienen ochenta y dos protones y ciento
veinticuatro neutrones, algún neutrón más o menos no altera el producto; los
átomos de oro, en cambio, contienen setenta y nueve protones y tampoco importa
que sea exacta la cifra de ciento dieciocho neutrones. Una vez conocida la
composición de ambos átomos, todo consiste en extraer tres protones y seis
neutrones del plomo para transformarlo en oro; y, si no somos muy exigentes, es
suficiente con la sustracción de los protones, pues la adición o resta de
neutrones no altera la clase del átomo. La conversión no presentaría
dificultades si las reacciones nucleares no requirieran temperaturas de
millones de grados; temperaturas que sólo se alcanzan en las estrellas, en las
explosiones de bombas atómicas o en los gigantescos aceleradores de partículas
de los laboratorios. Por eso, la conversión de un solo átomo en otro supone una
hazaña tecnológica extraordinaria. Obviamente nadie en su sano juicio
pretenderá conseguir unas milésimas de una trillonésima de gramo de oro a
partir de otro elemento si el coste de la operación sobrepasa los millones de
euros… aunque pueda hacerlo.
Seguro
que, en este momento, el escéptico lector frunce el ceño y declara: razonables
argumentos, pero ¿es posible o no? ¿Se convirtió plomo en oro en algún
laboratorio? Casi, como resulta muy complicado trabajar con plomo se hizo la
operación con bismuto, un elemento parecido a él que tiene un sólo protón de más.
Se bombardearon átomos de bismuto con otros elementos, y entre los productos se
halló algún átomo del dorado metal. Aclaro que el coste estimado del gramo de
oro obtenido por este procedimiento supera el billón de euros.
1 comentario:
Estimada amiga
Probablemente el oro es caro porque:
1º está entre los diez elementos estables menos abundantes en la corteza terrestre
2º es bonito (sólo él y el cobre, entre los metales, tienen un color distinto al gris plateado de los demás).
3º por ser muy maleable y blando, los orfebres pueden trabajar con él fácilmente desde la antigüedad.
4º se encuentra puro, sin combinar, en la naturaleza. Para obtener oro sólo es necesario buscarlo.
Cordialmente
Epi
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