sábado, 23 de agosto de 2025

Bacterias en los planetas rocosos


En 1989 Kent Condie elaboró una teoría sobre la evolución de los planetas rocosos: si Mercurio, Venus, la Tierra, Marte, y también la Luna, se formaron calientes, pasarán necesariamente por una etapa térmica en la que su superficie estará lo bastante fría y rígida para fracturarse y su interior lo bastante caliente para mantener un movimiento convectivo. Mercurio, Venus, Marte y la Luna habrían atravesado ese intervalo térmico -que denominamos ventana de la tectónica de placas-, intervalo en el que se encuentra la Tierra, que también lo atravesará en el futuro. Para que una teoría se ajuste a la realidad debe contrastarse con los datos: hay huellas que en Venus y Marte ha habido tectónica de placas, no hay huella alguna en Mercurio y la Luna.
Considerando que, en el pasado, las condiciones ambientales de Venus, la Tierra y Marte eran parecidas, ¿la vida pudo surgir en más de uno de ellos? Si bien negamos la existencia de fauna, flora o funga en todo el sistema solar y consideramos improbable la existencia de bacterias  contemporáneas marcianas o venusinas, no descartamos su existencia en el pasado. Venus tuvo un océano inicial, que perdió cuando aumentó la intensidad de radiación del Sol recién nacido. ¿Se pudo originar vida venusina al mismo tiempo que en la Tierra? Hay un intervalo, entre hace cuatro mil y tres mil quinientos millones de años, que hubo una atmósfera más densa y un clima relativamente cálido y húmedo en Marte, y abundantes cursos de agua, incluso un océano como el Atlántico; agua que desapareció de la superficie marciana al disiparse la mayor parte de la atmósfera primitiva en el espacio, disminuir la presión atmosférica y enfriarse. ¿Se pudo originar vida marciana en el intervalo mencionado? Consideramos que el agua en estado líquido es requisito imprescindible para la existencia de la vida; por ello nos afanamos por buscarla en cualquier astro. Hasta 2007, sosteníamos que sólo la Tierra, en el sistema solar, poseía líquidos en su superficie; errábamos, porque ese año se descubrieron lagos de metano en Titán (luna de Saturno). Hoy sabemos que también hay océanos encerrados bajo capas de hielo: de agua en Europa, Ganímedes y Calisto (la tres lunas de Júpiter) y en Encélado (luna de Saturno), de metano en Titán y de nitrógeno en Tritón (luna de Neptuno). Resaltamos que un ambiente habitable no indica necesariamente la existencia de seres vivos… pero es tentador buscarlos.

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