sábado, 22 de febrero de 2025

¿Los tatuajes aumentan el riesgo de cáncer?


Uno de cada cinco europeos y uno de cada tres norteamericanos se tatúan: de esos datos colegimos que, en el siglo XXI, los tatuajes son populares; además, quienes recurren a esa práctica lo hacen siendo jóvenes, lo que significa que estarán expuestos a los componentes químicos de la tinta del tatuaje durante casi toda su vida; sin embargo, se ignoran sus efectos en la salud a largo plazo. Christel Nielsen, Mats Jerkeman y Anna Saxne Jöud se propusieron averiguar si los tatuajes aumentan el riesgo de linfoma maligno en la población sueca. Aclaremos que el linfoma maligno es un cáncer del sistema linfático: el sistema que nos defiende de las infecciones. En la revista eClinicalMedicine (The Lancet) del 21 de mayo de 2024 los investigadores publicaron los resultados de su labor: “Descubrimos que las personas tatuadas tenían un riesgo veintiuno por ciento mayor de linfoma maligno en comparación con las personas no tatuadas”. “Se necesita urgentemente más investigación epidemiológica para establecer la causalidad”. Sus descubrimientos merecen un comentario. 
Las tintas para tatuajes, mezclas de pigmentos, subproductos de la síntesis de los pigmentos y aditivos, pueden contener aminas aromáticas primarias, hidrocarburos aromáticos policíclicos, arsénico y metales como el cromo, cobalto, plomo o níquel. La Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer ha clasificado como cancerígenas un número considerable de sustancias químicas que contienen las tintas para tatuajes.
Los tatuadores inyectan tinta en la dermis mediante punciones. ¿Es inocua tal práctica? Cuando cualquier antígeno -los componentes de las tintas actúan como antígenos- traspasa la piel (la epidermis), los macrófagos transportan el antígeno a los ganglios linfáticos, donde se inicia una respuesta inmunitaria. Se han descrito ganglios linfáticos pigmentados, con depósitos de partículas metálicas y agrandados durante décadas en las personas tatuadas; por lo que cabe especular que los ganglios tienen una ligera inflamación crónica. Los médicos saben que las sustancias químicas cancerígenas afectan a los ganglios linfáticos; y cada vez hay más pruebas de que la alteración inmunitaria -los ganglios linfáticos forman parte del sistema inmunitario- provocada por la exposición a disolventes, retardantes de llama, plaguicidas y tintes para el cabello interviene en la génesis del linfoma maligno. También saben que ha habido un aumento de casos de linfoma maligno que no tiene explicación; urge averiguar si existe una asociación entre tal aumento y algún factor -tal vez los tatuajes- del estilo de vida.

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