sábado, 10 de agosto de 2024

¿Hormona o vitamina D?


¿Es la vitamina D una vitamina? ¿Se trata de una sustancia orgánica imprescindible para la vida humana? ¿La necesitamos incorporar mediante la alimentación porque no la sintetizamos? La respuesta a las dos últimas preguntas es ambigua. Analicemos el problema. Cierto que la vitamina D es imprescindible y que la podemos ingerir en algunos alimentos -animales u hongos-; pero también la podemos sintetizar nosotros en cantidad suficiente. ¿Cómo? Algunas moléculas de colesterol se transforman en una molécula diferente (su nombre, siete-deshidrocolesterol, es lo de menos); por efecto de la radiación solar ultravioleta, esta sustancia presente en la piel se convierte en vitamina D3 (colecalciferol es su nombre químico); este compuesto se transforma de nuevo, primero en el hígado y a continuación en el riñón, en una hormona (calcitriol); hormona que la sangre transporta, unida a una proteína sanguínea, hasta las células diana.
¿Como actúa la hormona? Se une al receptor RVD, una proteína ubicada en el núcleo de las células diana. La molécula resultante de la unión de la hormona con el receptor, actúa como un agente químico (los bioquímicos lo denominan factor de transcripción) que activa numerosos genes; genes que codifican proteínas que intervienen en el metabolismo del calcio, en el crecimiento y diferenciación celular. Aunque los receptores RVD se hallan distribuidos por todo el organismo, mayoritariamente se encuentran en las células de los tejidos y órganos que participan en el metabolismo del calcio y del fosfato (intestino, huesos, riñones y glándulas paratiroides); también pueden encontrarse estos ubicuos receptores en las células de la piel y en células inmunitarias. Que la escasez de vitamina D también se asocie a la esclerosis múltiple, el Alzheimer o el Parkinson tal vez se deba a su participación en mecanismos antiinflamatorios. 
Otras sustancias, capaces de imitar la acción de la hormona, activan al receptor RVD; tales compuestos, sujetos de investigación activa, se utilizan como fármacos para el tratamiento de la psoriasis y se están probando para el tratamiento de procesos inflamatorios (artritis reumatoide), dermatológicos y autoinmunitarios, osteoporosis, cáncer de mama y próstata.
En resumen, cualquiera de nosotros puede convertir parte del colesterol que tenemos en la piel en vitamina D sin más que tomar el Sol. ¿Que aborrece el Sol o necesita prevenir el cáncer de piel? Coma pescado o huevos. ¿Que es vegetariano? Tome hongos después de dejarlos al Sol media hora. Y no se deje engañar: ningún vegetal contiene vitamina D.

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