sábado, 19 de diciembre de 2020

Reconocimiento de imágenes


Los norteamericanos usaron el reconocimiento facial mediante ordenador para confirmar la identidad de Osama bin Laden una vez que lo mataron; cierto, los forenses utilizan cada vez más esta técnica porque es la forma más efectiva de identificar cadáveres. En 2011, el gobierno de Panamá instaló un sistema biométrico de reconocimiento facial para reducir la actividad ilegal en el aeropuerto Tocumen, reconocido centro de contrabando de drogas y crimen organizado: resultó un éxito. El uso de herramientas de reconocimiento facial por los cuerpos de policía para detener criminales es habitual; las fuerzas de seguridad tienen acceso a las fotos del documento de identidad, pasaporte o licencia de conducir. La novedad la han hallado periodistas del New York Times, quienes han informado que existe una innovadora aplicación de reconocimiento facial que eclipsa a cualquiera otra anterior: Clearview reconoce a casi cualquier persona por sus rasgos faciales. La compañía que la comercializa, ya ofrece sus servicios a cientos de agencias de seguridad y cuerpos de policía en los Estados Unidos; y asegura que ya ha contribuido a localizar a cientos de delincuentes y a exonerar a inocentes. La aplicación, que dispone de una base de datos de más de tres mil millones de imágenes obtenidas de Facebook, YouTube, Twitter, Instagram y otros sitios web, identifica a casi cualquier persona con una sola foto; y, aseguran sus autores, es capaz de asociar una persona con su registro en tres de cada cuatro ocasiones. Ahora bien, ¿y si la aplicación se usa para fines malvados? ¿Y si se utiliza para acechar a cónyuges infieles o para desenterrar secretos con el fin de chantajear o acosar a alguien? No acaban aquí sus funcionalidades, pues la aplicación incluye una opción para utilizarla junto a gafas de realidad aumentada, lo que permitiría al usuario identificar a cualquier persona que vea; una opción ideal para identificar a un terrorista, o a individuos concretos en una manifestación o a una persona atractiva con la que nos cruzamos, revelando no sólo su nombre, sino también su domicilio, oficio y amistades.
El reconocimiento facial se ha convertido en una activa área de investigación, que involucra tanto a informáticos como a neurocientíficos o psicólogos. Hasta ahora, las grandes empresas tecnológicas, conscientes de la peligrosidad de su empleo indebido, han considerado que no debían hacer un uso deliberado de tecnologías para identificar personas con tan solo una imagen del rostro. Hasta ahora…

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