sábado, 18 de mayo de 2019

Asimetría de las biomoléculas


Los químicos han comprobado que, cuando sintetizan alguno de los aminoácidos constituyentes de las proteínas en sus laboratorios, obtienen la misma cantidad de dos compuestos; idénticos entre sí como dos guantes, el aminoácido derecho (D) y el aminoácido izquierdo (L). ¿Por qué, entonces, los seres vivos están hechos únicamente con moléculas L?
Los expertos también han comprobado que la luz ultravioleta con polarización circular destruye las moléculas de una mano (D o L). Antes de continuar la argumentación señalaré que la polarización circular no es un fenómeno extraño: la luz reflejada por el escarabajo de las rosas (Cetonia aurata) o por un vidrio, sin ir más lejos, tiene polarización circular. Sin embargo, no había tal luz en la Tierra primitiva. Por otro lado, los geólogos han analizado la composición de  meteoritos y cometas, que han suministrado aminoácidos a la Tierra prebiótica, y también han hallado en ellos un exceso de aminoácidos L; aún más, irradiaron hielos semejantes a los presentes en meteoritos y cometas, que contenían tantas moléculas D como L, con luz ultravioleta con polarización circular; y observaron que se producía un exceso de aminoácidos L (concretamente, el uno por ciento de exceso de alanina).
La conclusión de los experimentos y observaciones anteriores resulta obvia, se necesitan dos condiciones para formar un exceso de moléculas L sobre D: que exista luz ultravioleta con polarización circular y que exista la materia apropiada. ¿Hay algún lugar donde se cumplan ambas condiciones? Por un lado, se ha detectado luz ultravioleta con polarización circular en la Gran Nebulosa de Orión, similar a la región en que se formó el Sistema Solar; por otro, se sabe que allí hay materia abundante, pues se están formando nuevas estrellas en las nubes moleculares gigantes. Corresponde, ahora, buscar alguna explicación que nos muestre el mecanismo por el que la luz se polariza. Se ha hallado: la luz ultravioleta de las estrellas se polariza de forma circular, cuando se dispersa en los granos de polvo interestelar, alargados y orientados en diferentes direcciones por el campo magnético de la galaxia.
En resumen, cabe concluir que la asimetría de las biomoléculas terrestres (la preferencia de aminoácidos L sobre D) se originó en un ambiente extraterrestre; concretamente, por la acción de la luz ultravioleta con polarización circular sobre la materia orgánica presente en los hielos del medio interestelar con que se formó el sistema solar.

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