James Allison, Nobel de medicina en 2018, ha declarado que la
población humana en el siglo XXI tiene hábitos de vida poco saludables; hábitos
que provocan un aumento de cánceres en todo el mundo. El ilustre investigador
ha recordado que abstenerse del tabaco, realizar ejercicio físico y evitar la
obesidad impiden la aparición de cuatro de cada diez tumores.
Además
de dar consejos sobre oncología más o menos útiles, James Allison, tiene otras
ocupaciones: quiere saber cómo funcionan las células T del sistema inmunitario.
Son como soldados, aclara, matan, pero tienen que matar las células correctas. Tenemos
alrededor de cincuenta millones de células T diferentes -cada tipo dispone de
un interruptor de activación distinto-, que transitan por el cuerpo ejerciendo
una labor de protección. El insigne inmunólogo quiere saber cómo las células T
detectan las células enfermas o extrañas -sean cánceres o infecciones-, y desea desentrañar cómo deciden eliminarlas o ignorarlas; y una vez averiguado ello, pretende
darles órdenes.
Hemos
comprobado que ciertas proteínas (CTLA-4/B7-1/B7-2 y PD-1/PD-L1), llamadas
puntos de control inmunitario, que elaboran las células T y algunas células
cancerosas, evitan que las células T destruyan las células cancerosas; en
consecuencia, las moléculas inhibidoras de los puntos de control inmunitario
impiden la acción de las células T. James Allison demostró que el bloqueo, con
anticuerpos, de la molécula CTLA-4 (inhibidora de las células T) mejora la respuesta
inmunitaria antitumoral y conduce al rechazo del tumor. El mecanismo por él
descubierto: el bloqueo de las vías inhibitorias de las células T, como forma
de desencadenar respuestas inmunitarias antitumorales, sentó las bases para el
desarrollo de nuevos fármacos, etiquetados como terapias de control
inmunológico. La investigación no constituyó un esfuerzo baldío, produjo
beneficios clínicos: el trabajo pionero del doctor Allison ha conducido a la
preparación del ipilimumab. El tratamiento con este anticuerpo monoclonal consigue
que uno, de cada cuatro pacientes del melanoma con metástasis, sobreviva diez
años. Los científicos probaron con el melanoma por dos razones: los enfermos
vivían un máximo de once meses desde el diagnóstico; y, de todos los cánceres,
era uno de los que tenía más genes alterados en las células. El doctor Allison
ha reconocido que, a pesar de que la inmunoterapia aporta buenos resultados en
el melanoma con metástasis, en el cáncer renal, en el de vejiga y en el de
pulmón, todavía no ha demostrado su eficacia en otros cánceres. Ilusionados,
esperamos con impaciencia la mejora de esta prometedora terapia.
2 comentarios:
Un artículo muy interesante! Me llamó bastante la atención y después de leerlo me he informado sobre el trabajo de Tasuku Honjo, con el que compartió el premio. Resulta que descubrió en 1992 la PD-1, que frena a las células inmunitarias pero con un mecanismo diferente.
Es un tema que desconocía completamente, gracias por la información!
Estimada Adriana
La inmunología es un campo de la medicina y de la química que, conjeturo, nos va a proporcionar en el futuro nuevas y magníficas terapias.
Hace muchos años asistí a una conferencia, en España, de otro premio Nobel en medicina, César Milstein cuyo investigación innovadora versaba sobre los anticuerpos monoclonales. Sospecho que te hubiese gustado asistir a ella.
Saludos cordiales
Epi
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