sábado, 18 de agosto de 2018

Endozepinas, valium natural


El lector erudito sabe que las drogas y psicofármacos actúan sobre el cerebro, imitando a los distintos neurotransmisores que emplean las neuronas para comunicarse; así sucede con la morfina y heroína, el cannabinol, la cocaína y el LSD. Utilizado para aliviar la ansiedad, los espasmos musculares, las crisis convulsivas y para controlar la agitación debida a la abstinencia de alcohol, el valium (nombre comercial del diazepam) es uno de los fármacos psicoactivos más utilizados. ¿Hay alguna sustancia producida por el cerebro que tenga el mismo efecto?
La acción sedante del valium, miembro de la familia de fármacos llamada benzodiacepinas, se debe a que disminuye la transmisión de los impulsos nerviosos en el cerebro; un grupo de investigadores encabezado por John Huguenard ha encontrado una proteína -denominada inhibidor de la unión al diazepam (DBI)- que actúa en el cerebro de un modo semejante. ¿Dónde? El DBI, auténtico valium natural, ejerce su acción en el tálamo, una estructura del cerebro que opera como una estación repetidora: la información que le llega procedente de los sentidos (menos el olfato), la envía a la corteza cerebral, donde se procesa. Dentro del tálamo hay una pequeña región, el núcleo reticular, que se encarga del control de los ritmos de las neuronas, incluidas las que caracterizan al sueño; lo hace mediante la síntesis de DBI, cuyo efecto consiste en ayudar al mantenimiento del ritmo de la actividad neuronal. Tengamos presente que la actividad de las neuronas está habitualmente poco sincronizada, y que se producen los ataques epilépticos si hay un exceso de sincronía. Sabido eso, los investigadores han comprobado que la falta de la proteína DBI favorece la aparición de descargas epilépticas en los animales de laboratorio; han concluido, por tanto, que imita la acción de una benzodiazepina, pero de forma natural, y por ello la califican como endozepina; coligen también que el sistema nervioso podría secretarla en periodos de estrés, para mantener la actividad normal. En resumen, la DBI, igual que las benzodiazepinas que inhiben las neuronas del núcleo reticular, deprime el sistema nervioso central, se une a los mismos receptores y colabora con el neurotransmisor inhibidor GABA, reforzando el frenado de las señales eléctricas en los circuitos neuronales.
Resulta obvio señalar que la nueva molécula podría ser un primer paso en el diseño de nuevas terapias contra la epilepsia, la ansiedad y los trastornos del sueño.

1 comentario:

C. Armesto dijo...

Estimado amigo

1º Las moléculas activas que tiene la mariguana imitan la acción de, al menos, un par de moléculas sintetizadas por nuestro organismo llamadas endocanabinoides (concretamente, la anandamida y el 2-araquidonilglicerol, abreviado 2-AG).
2º El resto de las drogas (cocaína, morfina…) hacen lo mismo: se parecen a biomoléculas nuestras y, por tanto, imitan su acción.
3º En cualquier caso, un desequilibrio de estas sustancias es muy peligroso para tu salud mental.

Saludos