sábado, 5 de mayo de 2018

Significado de la mecánica cuántica


No existen dudas sobre cómo utilizar la mecánica cuántica, sino cómo describir lo que significa, porque ¿cuál es el criterio más importante para una teoría científica: la exactitud o la inteligibilidad? Albert Einstein declaró en 1926: “La mecánica cuántica es muy impactante. Sin embargo, una voz interna me dice que no es aún lo definitivo. La teoría da cuenta de mucho, pero no hace nada por acercarse a los secretos del Viejo. En todo caso, yo estoy convencido que Él no juega a los dados”. Y Richard Feynman proclamó en 1964: “Creo que puedo decir con toda tranquilidad que nadie entiende la mecánica cuántica”. Muchos físicos pensaron que ambas reacciones eran exageradas. Esa era también mi opinión –escribe Steven Weinberg (Nobel de física) en 2017-, a fin de cuentas a los contemporáneos de Newton también les resultó difícil aceptar sus teorías, y añade: “No obstante, hoy no estoy tan seguro como lo estuve una vez acerca del futuro de la mecánica cuántica. Es una mala señal que aquellos físicos que en la actualidad más cómodos se sienten con ella no consigan ponerse de acuerdo sobre su significado.”
“La controversia aparece, principalmente, al considerar la naturaleza de la medición en la mecánica cuántica”. ¿Cómo aparecen las probabilidades si la ecuación de Schrödinger -que describe un fenómeno cuántico- es determinista, o sea, no implica probabilidades? Respuesta de Bohr -después llamada interpretación de Copenhague- que hoy se considera inaceptable: el entorno macroscópico interacciona con la magnitud que medimos, alterándola de forma impredecible. Esta respuesta no invalida la pregunta porque si la ecuación de Schrödinger gobierna también al aparato de medida y al observador, entonces los resultados no deberían de ser impredecibles. ¿Cómo aparecen, entonces, las probabilidades?

En la actualidad, según Weinberg, existen dos interpretaciones predominantes de la mecánica cuántica. La instrumentalista, sucesora de la interpretación de Copenhague, considera que la ecuación de onda es un instrumento para calcular probabilidades que no describe nada real. Compárese, entonces, con el antiguo sistema geocéntrico del mundo: el Sol no gira alrededor de la Tierra, sin embargo, un laborioso cálculo con epiciclos servía para predecir las posiciones de los astros del sistema solar. Por si fuera poco, prescinde de leyes impersonales, ajenas a la mente, para describir el mundo. La interpretación realista de la mecánica cuántica considera que la ecuación de onda describe la realidad, pero ello nos conduce a admitir la existencia de infinitos universos; y tantos universos… parecen demasiados universos. 

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